Hace unos 15 años, mi prima María Luisa Giner (la Chata para mí y Mapisa en España) soltó una bomba: se había enterado por interpósita persona que nuestra abuela Teresa era hija natural.
No sólo eso, sino que nuestra bisabuela había tenido 11 hijos de un señor que no se apellidaba Manteca -apellido de la abuela- sino de un conocido cartagenero llamado Spottorno.
Ni mi madre ni mis tíos parecían tener idea de este asunto, cosa que ahora dudo, pero conforme les iba preguntando sobre la bisabuela una que otra cosa salía.
La falta de curiosidad no es lo mío. Yo había conocido a casi todos los hermanos de mi abuela -los que aún vivían cuando visité España por primera vez- y cuando la Chata me contó lo de la bisabuela aún vivían dos Manteca: el tío Paco y la tía Marisa, hijos de Fulgencio. Ellos lo sabían todo.
Por fortuna tuve un respiro de trabajo y me lancé a Cartagena para investigar el curioso caso de la bisabuela Francisca Manteca.
"En cuanto tu digas Manteca, todo el mundo va a saber de qué se trata," me dijo la tía Marisa, un tanto asustada con mi proyecto de libro. Pero entre ella, Paco y Lilí su esposa, pronto conocí toda la historia, me armé de fotos y distintos periódicos de la época.
Además de conocer a parientes y amigos, visité la casona de Spottorno, la cofradía a la que había pertenecido y ostenta su retrato y, paseando por la ciudad pude ver el submarino de Isaac Peral que permanece en la playa.
De ahí este nuevo libro -escrito hace ya bastante- que he titulado La Caja de Pasas - Retrato de una mujer amante que se presentará el próximo 1° de marzo en la Feria del Libro del Palacio de Minería.
1 comentario:
Esa historia si era conocida por mi y la oí de primera mano de Paquita y Mariquili Manteca.
Muchos éxitos y me gustaría leer el libro, ¿cómo conseguirlo?
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