Es imposible que los diarios del mundo no nos hagan llorar. Las multitudes agolpadas en las estaciones de ferrocarril y los que caminan sobre las vías al no ser permitidos en los andenes.
Los cayucos y barcazas, el niño ahogado, el padre con los brazos vacíos.
Cuantos cientos de miles hubieron de pasar estas y peores penurias a raíz de la Segunda Guerra Mundial.
Si bien el referente para los españoles de las imágenes que recojo de google es lejano, no deja de recordar las palabras y poesías de León Felipe y su Españoles del Éxodo y el Llanto.
En este texto, León Felipe nos remite a la
esperanza: como a él México le dio amor, una
esposa y un hogar que no destruyeron
las bombas, los desplazados encontrarán cama
para descansar; silla para sentarse.
Y si no tienen diplomas y su equipaje se lo ha
llevado el exilio, quedarán las palabras y la
memoria de los acogidos y de aquellos con alma
grande para darles abrigo.
Ojalá sean muchos.
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