viernes, 27 de febrero de 2015
domingo, 22 de febrero de 2015
jueves, 19 de febrero de 2015
LA CAJA DE PASAS
Hace unos 15 años, mi prima María Luisa Giner (la Chata para mí y Mapisa en España) soltó una bomba: se había enterado por interpósita persona que nuestra abuela Teresa era hija natural.
No sólo eso, sino que nuestra bisabuela había tenido 11 hijos de un señor que no se apellidaba Manteca -apellido de la abuela- sino de un conocido cartagenero llamado Spottorno.
Ni mi madre ni mis tíos parecían tener idea de este asunto, cosa que ahora dudo, pero conforme les iba preguntando sobre la bisabuela una que otra cosa salía.
La falta de curiosidad no es lo mío. Yo había conocido a casi todos los hermanos de mi abuela -los que aún vivían cuando visité España por primera vez- y cuando la Chata me contó lo de la bisabuela aún vivían dos Manteca: el tío Paco y la tía Marisa, hijos de Fulgencio. Ellos lo sabían todo.
Por fortuna tuve un respiro de trabajo y me lancé a Cartagena para investigar el curioso caso de la bisabuela Francisca Manteca.
"En cuanto tu digas Manteca, todo el mundo va a saber de qué se trata," me dijo la tía Marisa, un tanto asustada con mi proyecto de libro. Pero entre ella, Paco y Lilí su esposa, pronto conocí toda la historia, me armé de fotos y distintos periódicos de la época.
Además de conocer a parientes y amigos, visité la casona de Spottorno, la cofradía a la que había pertenecido y ostenta su retrato y, paseando por la ciudad pude ver el submarino de Isaac Peral que permanece en la playa.
De ahí este nuevo libro -escrito hace ya bastante- que he titulado La Caja de Pasas - Retrato de una mujer amante que se presentará el próximo 1° de marzo en la Feria del Libro del Palacio de Minería.
jueves, 12 de febrero de 2015
PAPIROS DE NATURA
Mil cosas hay que leer en The Economist y, como las ciencias adelantan que es una barbaridad, la sección sobre ciencia y tecnología es indispensable para quien quiere enterarse de todo, aún cuando el tema generalmente no sea muy fácil.
En esta ocasión la revista nos permite saber que en Herculano, cerca de Pompeya, en lo que se llamó la Villa de los Papiros (¿perteneciente a Piso, suegro de Julio César?) se encontraba una biblioteca singular con cerca de 2000 libros y que el leño que aquí se ve no es tal sino un rollo de papiros hallado bajo las cenizas.
Al ver el "leño", resulta obvio que la lectura de estos rollos ha sido casi imposible porque al tratar de desenrollarlos, se deshacen. No obstante, a través de una imagen multiespectral "multispectral imaging" que aumenta el grado de contraste en los escritos, se han podido leer algunos fragmentos y saber que la biblioteca contiene estudios sobre los tratados del filósofo griego Epicuro
De acuerdo con el interés arqueológico y filosófico de este hallazgo -el amplio tratado (37 volúmenes) de Epicuro sobre el empirismo titulado De Natura, sienta las bases más antiguas de la noción moderna sobre el conocimiento a través de la experimentación- el Doctor Vito Mocella del Instituto de Microelectrónica y Microsistemas de Nápoles ha logrado describir una forma de descifrar su contenido sin tener que desenrollar el "leño".
Aún cuando el proyecto está en sus primeras etapas, se considera que el proceso va por buen camino y pronto aumentará el grado de contraste gracias al uso de Rayos X de diferente longitud de onda.
Además de lo fascinante que resulta el estudio en sí de poder leer papiros de la época mencionada, qué mejor que saber si la villa pertenecía a Piso.
En esta ocasión la revista nos permite saber que en Herculano, cerca de Pompeya, en lo que se llamó la Villa de los Papiros (¿perteneciente a Piso, suegro de Julio César?) se encontraba una biblioteca singular con cerca de 2000 libros y que el leño que aquí se ve no es tal sino un rollo de papiros hallado bajo las cenizas.
Al ver el "leño", resulta obvio que la lectura de estos rollos ha sido casi imposible porque al tratar de desenrollarlos, se deshacen. No obstante, a través de una imagen multiespectral "multispectral imaging" que aumenta el grado de contraste en los escritos, se han podido leer algunos fragmentos y saber que la biblioteca contiene estudios sobre los tratados del filósofo griego Epicuro
De acuerdo con el interés arqueológico y filosófico de este hallazgo -el amplio tratado (37 volúmenes) de Epicuro sobre el empirismo titulado De Natura, sienta las bases más antiguas de la noción moderna sobre el conocimiento a través de la experimentación- el Doctor Vito Mocella del Instituto de Microelectrónica y Microsistemas de Nápoles ha logrado describir una forma de descifrar su contenido sin tener que desenrollar el "leño".
Aún cuando el proyecto está en sus primeras etapas, se considera que el proceso va por buen camino y pronto aumentará el grado de contraste gracias al uso de Rayos X de diferente longitud de onda.
Además de lo fascinante que resulta el estudio en sí de poder leer papiros de la época mencionada, qué mejor que saber si la villa pertenecía a Piso.
domingo, 8 de febrero de 2015
jueves, 5 de febrero de 2015
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Ninguna foto me acompaña de tan singular acontecimiento.
Quizá la razón fue que para mis padres no era tal, sino una visita normal dadas la circunstancias: el exilio; la estancia en Washington; la cercanía de Juan Ramón y Zenobia durante el tiempo que pasaron en la Universidad de Maryland. Pero no, no hay fotos.
Ahora que se cumplen 100 años de Platero y Yo, y que aparece un artículo en el diario El País que se refiere a la pasión secreta de la escultora Marga Gil, la edición de su diario y su suicidio, recuerdo a Juan Ramón y Zenobia en aquella casa de Alexandria (en Virginia -el otro estado colindante con la capital estadounidense).
Yo debo haber tenido 9 o 10 años, aporreaba el piano y aquel señor barbado y que parecía tan serio me decía, "Pero qué bien tocas María Teresita, parece que estás tomando clases".
Y yo tan contenta de que no me habían mandado callar, también me enamoré de él.
Quizá la razón fue que para mis padres no era tal, sino una visita normal dadas la circunstancias: el exilio; la estancia en Washington; la cercanía de Juan Ramón y Zenobia durante el tiempo que pasaron en la Universidad de Maryland. Pero no, no hay fotos.
Ahora que se cumplen 100 años de Platero y Yo, y que aparece un artículo en el diario El País que se refiere a la pasión secreta de la escultora Marga Gil, la edición de su diario y su suicidio, recuerdo a Juan Ramón y Zenobia en aquella casa de Alexandria (en Virginia -el otro estado colindante con la capital estadounidense).
Yo debo haber tenido 9 o 10 años, aporreaba el piano y aquel señor barbado y que parecía tan serio me decía, "Pero qué bien tocas María Teresita, parece que estás tomando clases".
Y yo tan contenta de que no me habían mandado callar, también me enamoré de él.
¡QUÉ ATINADO!
Siempre vale la pena citar a The Economist y, para no quedarme atrás de lo que muchos comentaristas han destacado señalo el subtítulo del artículo de Bello "The Mexican morass"
A president who doesn´t get that he doesn´t get it
En esas estamos todos los mexicanos.
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