martes, 25 de octubre de 2016

JOAQUINILLO

Joaquín Márquez es un nombre que permea en la familia. Así se llamaba mi abuelo a quien por desgracia no conocí, mi tío -hermano mayor de mi padre-, mi primo (Quino), su hijo (Quinito), y su nieto, mi hermano (Joaco) fallecido en un accidente, y mi sobrino, hijo de mi hermano Javier.
El de la foto que presume copa y medallas es Joaquinillo, nieto de Quino y vive en las afueras de Madrid. (Véanse las variaciones que sufre el nombre.)
Hace una semana y para celebrar con mis amigos y parientes mis ochenta años y mi santo, o el de mi abuela porque era algo que sólo ella celebraba. . . hasta ahora.

A la edad que tenemos algo no nos funciona, está pasado a perjudicar, o se está al borde de la muerte.

En la celebración estábamos y enterándome del estado que guarda no la nación sino parientes amigos, supe que una de las invitadas, Elena Santonja, estaba ingresada en el hospital. Moriría pocos días después a los 84 años.

Nieta del pintor Rosales, Elena era un personaje fascinante. Siempre protagonista de su propia vida y de cualquier reunión, Elena cantaba, pintaba, discurría con gracia, inteligencia y sabiduría. Conocía a todo el mundo cultural de España y durante los años en que se le ocurrió inventar el primer programa sobre cocina titulado Con las Manos en la Masa (en 1984) recurrieron a él desde Rosa Chacel hasta Fernando Fernán Gómez, Almodovar, Sabina, y quien se le ocurra.

La pérdida de Elena sumergió a todos los amigos en la tristeza y a eso viene mis primeros párrafos sobre los Joaquines y a la foto de Joaquinillo.

La noche del velatorio, este pequeñajo, llamó a su abuela Marisa.
-Abuela, me ha dicho mi padre que murió una amiga que querías mucho y que estás triste. Abuela, no estés triste. Te queremos mucho.

domingo, 11 de septiembre de 2016

MUJER DE COSTUMBRES

Como mujer de costumbres, me cuesta trabajo salirme de mis rutinas. De manera que hace 15 años, acostada cómodamente en mi cama a las 8 de la mañana tomaba mi té (Lapsang Souchong) y el yogurt y cereal cotidianos a la vez que veía las noticias en la tele. Pese a que aún no me había jubilado, tenía suficiente tiempo para salir a trabajar. Debía, además, acudir a una cita con el IMER a hablar sobre mi último libro y eso me divertía. 
Pronto llegaría de Nueva York mi hija Tere que se había ido unos días allí con su marido y había salido de regreso en el vuelo de la noche pero aún no me había hablado. Por su parte, mi hijo Chucho, que también estaba allí, seguramente estaría ya en el aeropuerto para regresar al país.
De repente veo que un avión se estrella contra el World Trade Center y, poco después, otro empieza a perderse detrás de aquel edificio para volver al ataque. 
Creo que nadie puede olvidar aquel momento y, como en todos los acontecimientos importantes de nuestra historia personal -pues personal es lo que ocurre en cualquier parte del mundo si nos afecta dolorosa o felizmente- nos sentimos inermes de no poder hacer nada para que aquello no suceda. 
La historia la conocemos todos y la vivimos momento a momento: las personas que saltaban del edificio al vacío, el derrumbe, la nube de humo que se extendía por una ciudad emblemática para muchos o todos, la hayamos conocido o no.
Desconsolada, no pude ir a la oficina y me quedé clavada frente al aparato. Pero lo que sí hice fue ir la la radio. Allí tendrían que saber más cosas. ¿Qué habría pasado con Chucho? Me entero que habían desalojado el aeropuerto y si él estaba allí seguramente había corrido la misma suerte y estaría tan aterrado o más que yo.
Nada. . .no sabían nada más de lo que yo había seguido viendo en la televisión estadounidense. 
La verdad no recuerdo cuando pudo regresar a México Chucho pero sí que tardó. Caminó desde el aeropuerto Kennedy hasta el puente de Brooklyn y a la gran urbe cargado de computadora y maleta. No cuenta el terror que debe haber sentido. Yo me lo imagino.
Hoy 15 años después Estados Unidos sigue recordando el ataque al Pentágono, el avión que unos arrojados viajeros impidieron otro desastre en alguna de sus instituciones -dícese que la Casa Blanca- y en Nueva York, ahora se levanta una nueva torre y un parque con el nombre de las 3,000 y tantas víctimas que perecieron hace en el año 2001. Sus nombres se repiten en la ceremonia luctuosa de la ciudad. 
Sus familiares siguen ahí presentes y seguramente se preguntan si desde aquel día fatídico todo cambió, tanto para ellos como para el mundo entero
Creo que sí.


viernes, 19 de agosto de 2016

ENTRA LA CABALLERÍA PESADA

Después de divertir a un público que llenaba estadios escuchándolo decir que debían volver a recuperar el país -take our country back-, y soltaba una diatriba larguísima con insultos y propuestas desorbitadas: construirá un enorme muro para evitar la entrada de mexicanos indocumentados, usurpadores, violadores y portadores de drogas y armas; prohibirá la entrada de musulmanes; acabará con los tratados de libre comercio; hará que las industrias estadounidenses que operan fuera de su país paguen fuertes impuestos; acabará con la OTAN, y se acercará a Rusia pues es muy cuate de Putin.

Electo por el partido republicano, Donald Trump entra a la segunda y más importante sección de la contienda presidencial de Estados Unidos y presta atención a su equipo de campaña: 

      "Sr. Trump", le dicen, "usted debe parecer más presidencial". 

Haciéndoles caso ya no improvisa sino que empieza a leer largos discursos con un seudo programa de gobierno en sus distintas facetas. Pero su presidencialismo aburre a un público que iba a escuchar sus salidas soeces, ataques groseros, incoherentes, racistas o incorrectos: estaba encantado de oír las sandeces del payaso que lo entretiene en el escenario.

Ahora parece que la estrella de Donald Trump empieza a debilitarse. Las encuestas observan una caída estrepitosa en su popularidad y Hillary Clinton se empieza a sentir ya vencedora en los comicios de noviembre.

Obviamente preocupado, Trump corre a los empleados que sugerían la forma más correcta de hablar de lo sustantivo en un presidente y leer lo que sería su política y programa como líder del país más poderoso del mundo y decide que seguirá siendo Trump que es lo que le gusta a su público -y a él. 

Entran al quite Kellyanne Conway Trump,  primera mujer que dirige una campaña presidencial en Estados Unidos. Según los conocedores será su compañera de viaje, piensa como él y la aprecia. 

El segundo en cuestión es Steve Bannon, primero en acuñar la frase take our back y considerado una fuerza de la naturaleza parecido a Trump. Nacionalista hasta decir basta, siempre está enojado, odia a los liberales y ha ganado un Oscar como productor de cine. 


 Let Trump be Trump

En sólo dos días se nota el cambio de equipo. Su discurso es el de antes pero pide algunas disculpas y es más ordenado.

Hay que agarrarse. El asunto se va a poner muy pesado en estos dos próximos meses y a nosotros nos toca al ladito. 

¿No sería ya el momento de que los mexicanos entremos al contraataque?

miércoles, 22 de junio de 2016

SENTÉMONOS A DISCUTIR . . .

. . . y aprobar leyes sobre el control a la venta de armas.
En una especie de filebuster, los Demócratas del Senado estadounidense se sientan en el suelo a esperar que  algo se apruebe sobre estas armas de alto poder que se venden como pan caliente por doquier en el vecino país de norte.





Como no es cosa de enchílame estas ya mandaron traer sus sleeping bags y sus tortas porque proveen una larga espera. 

martes, 7 de junio de 2016

FASES DE CAMPAÑA

Nos dicen los expertos estadounidenses que las campañas de su país tienen dos fases: la primera en que todos los contendientes hablan y luchan por obtener la nominación y la segunda, en que ya se tiene al nominado por cada partido que debe guardar ciertas reglas, La principal es verse presidencial y actuar como futuro presidente y la segunda es plantear su programa de gobierno. 
El que se ponga como primera regla lo de verse presidencial se debe, obviamente, a la actuación de Donald Trump durante todos estos meses desde que decidió ser presidente de Estados Unidos. 

Plagado de racismos, religiones, mentiras, exaltando la pésima actuación de Obama, la incursión de los extranjeros en el comercio y la industria, quitándole el trabajo y el sustento a los ciudadanos reales de su país. 

FUERA LOS MEXICANOS: TODOS SON VIOLADORES Y VENDEDORES DE DROGA; NO DEJAREMOS ENTRAR A NINGÚN MUSULMÁN; NADA DEBE PRODUCIRSE EN CHINA SINO EN AMERICA; EL JUEZ NO PUEDE SER JUSTO PORQUE ES MEXICANO, . . . y así sucesivamente se la ha llevado con el lema de: 

WE´LL MAKE AMERICA GREAT AGAIN

Pero eso debe quedarse en el pasado, ya entramos en la segunda fase. De manera que Trump, en su último discurso -esta vez leído- y seguramente escrito por sus asesores resulta medido. ¿Seguirá así de presidencial?


lunes, 9 de mayo de 2016

¿PRESIDENCIAL?

Ya empezó la segunda etapa de la campaña hacia la presidencia de Estados Unidos y, los que de esto saben, dicen que Trump debe empezar a ser presidencial y no bully, que es lo que ha sido desde hace casi un año. 
Pero desde la semana pasada en que se quedó como único contendiente contra el (la) candidata del partido demócrata, Trump ha seguido siendo Trump. 
Hoy por la mañana se metió con los medios y con el Speaker de los representantes del Congreso Paul Ryan a través de su imparable tweeter. 

Todo indica que se siente lo suficientemente grande para acabar con todos.Grave error.





(https://www.facebook.com/MorningJoe/videos/10154168532218762/)

miércoles, 4 de mayo de 2016

ES MARTES Y 3

. . . pero bien podría ser 13. 
Al principio, el hecho de que Trump fuera candidato a la presidencia era absurdo, y día con día los entendidos decían que después de la barbaridad que acabara de decir (mexicanos narcos y violadores, los musulmanes no podrían entrar al país, las mujeres eran torpes, estúpidas y muchas feas, los chinos y mexicanos fabrican productos que deberían hacerse en Estados Unidos, etc., etc.) vaticinaban su caída. Siguiendo su programa The Aprentice -El Aprendiz- decían: "You are fired". ¡Fuera!
Conforme pasaba el tiempo y si bien tuvo algún tropiezo que lo llevó a dejar de twitear o aparecer, en mítines o programas de televisión o radio, Trump ganaba elecciones en un estado tras otro.  Hoy, con su triunfo en Indiana indican que lo que en un principio parecía una broma ahora era realidad. El es fuerte, dice, y va a arreglar lo que Obama y el gobierno han arruinado. Estados Unidos volverá a ser el país más fuerte del mundo con Trump como presidente. 
Curiosamente, para mí, muchos estadounidenses del partido republicano parecen encantados y los que han seguido la contienda desde el principio consideran que Trump no es nada tonto y que lo que ha hecho es manejarse de acuerdo con lo que piensan "las masas" descontentas de posibles votantes. 
Se señala que los comentaristas de la radio se han pasado años atacando a Obama, a su gobierno, a Washington, a sus políticos, a los bancos y banqueros, a los sindicatos, a la invasión de productos chinos y la salida de empresas hacia países donde pueden pagar menores salarios a los trabajadores y, obviamente, a los mexicanos que cruzan la frontera -hoy poquísimos- de manera ilegal. 
El partido republicano está dividido o roto: los encantados y los que ponen changuitos para que no llegue a contar con el número de delegados necesarios para que pase de frente en la convención del partido. 
¿Será posible que, como sugieren muchos de los pundits tradicionalistas del partido republicano que pueda haber una convención abierta o brokered convention.
Por su parte, Hillary Clinton que empezaba a acomodarse para entrarle al final de la campaña, con mucha experiencia y un equipo sólido en las áreas centrales de gobierno, tiene en contra no ser especialmente simpática para muchos o demasiado tradicional y parece haber reculado un poco ahora que Sanders, que no tiene esperanza alguna de ganar la nominación, gana el estado de Indiana y sería de gran ayuda para ella.
Ya Trump empieza a usar ataques de los anteriores contendientes en contra de la candidata demócrata.  

martes, 12 de abril de 2016

CENA EN LA CASA BLANCA


En la cena que el Presidente Reagan ofreció al Presidente de la Madrid y su esposa Paloma, a fines de mayo de 1984 me tocó sentarme junto a Jim Baker, entonces Chief of Staff (o sea jefe de la oficina de la presidencia), Kika de la Garza, diputado demócrata por Texas y Maureen Reagan, hija del primer matrimonio de Reagan con Jane Wyman. Debí sentirme muy halagada pero el resultado fue nefasto. 
El señor a mi izquierda, es decir Jim Baker quien luego sería Secretario del Tesoro (Hacienda) y de Estado con el primero de los Bush (aún personaje muy apreciado por los medios estadounidenses y el sector político), tuvo a bien agredirme desde el momento que senté. 
Su problema era despotricar contra el Grupo Contadora que, abanderado por México y Colombia, varios premios Nobel (Gabriel García MárquezAlfonso García Robles y Alva Myrdal)además de Olof Palme, promovía la paz en Centroamérica actuando como mediadores por los conflictos armados en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, que amenazaban con desestabilizar toda la región.
Esto no le parecía a Estados Unidos pues se oponía a reconocer al gobierno de Nicaragua y a renunciar a las intervenciones militares unilaterales en el área.
Yo, que nada tenía que ver en el asunto, me la llevé enterita. (And there I stood with my piccolo.°) Fué tal la agresión de Sr. Baker que hube de decirle: 
         "I don't want to talk any more with you".
Me di media vuelta y empecé a hablar inmediatamente con Kika de la Garza que, encantador y seguramente azorado por mi arrojo, me acompañó el resto de la cena.


°  Viejo cuento del rey que, encantado con el concierto que le había ofrecido cierta orquesta, decidió llenar los instrumentos de los intérpretes con monedas de oro, y ahí estaba el tonto del lugar que lo  que tocaba era el piccolo.

jueves, 7 de abril de 2016

RECUERDOS DEL SIGLO PASADO

Los recuerdos me vienen debido al fallecimiento de Nancy Reagan hace unos días pues la señora no me caía nada bien y al leer lo que relatan los distinto medios estadounidenses, me doy cuenta de que no soy la única que la malquería. 
Les cuento.
Por ahí del mes de mayo de 1984, tuve ocasión de acompañar a mi marido, entonces Secretario de Hacienda, a la visita que haría a acompañando al Presidente Miguel de la Madrid y su esposa Paloma a Washington, donde los recibirían Ronald Reagan y Doña Nancy en la Casa Blanca.




La visita comenzó con los consabidos discursos en el Jardín de las Rosas (Rose Garden) para luego, con el Presidente y sus acompañantes -y esposas- los Secretarios de Relaciones Exteriores, Hacienda y Comercio pasar a un saloncito a una plática de los Reagan con sus invitados. 
Lo curioso es que Nancy dió órdenes a un ujier para que a las señoras nos sentaran aparte y no nos dirigió ni una palabra, lo que, para nuestras pulgas. . .
En fin. 
Al día siguiente, el Presidente y sus acompañantes asistían a una reunión mañanera con el Washington Post. Yo, mientras tanto, desayunaba y leía ese diario en el cuarto cuando, al ver los monitos de la última página del diario -pues me encanta Doonesbury de Garry Trudeau-, me encuentro con un artículo incendiario del articulista Jack Anderson en que habla pestes de México y de su presidente. Obvio que yo era la única que se había adentrado en los monitos del Washington Post y por supuesto se lo comenté a mi esposo antes de la consabida reunión. No me enteré de lo que pasó al respecto y me extraña mi falta de curiosidad o inusual discreción.


P.D.  Ando de floja y veo que mis entradas cada vez son más . espaciadas. Razones han habido: rotura de húmero, luego de muñeca con lo que el brazo derecho está hecho un asco, gripes prolongadas, en fin, me temo que tengo un ataque de vejez.