viernes, 27 de febrero de 2015

domingo, 22 de febrero de 2015

jueves, 19 de febrero de 2015

LA CAJA DE PASAS


jueves, 12 de febrero de 2015

PAPIROS DE NATURA


 
Mil cosas hay que leer en The Economist y, como las ciencias adelantan que es una barbaridad, la sección sobre ciencia y tecnología es indispensable para quien quiere enterarse de todo, aún cuando el tema generalmente no sea muy fácil.

En esta ocasión la revista nos permite saber que en Herculano, cerca de Pompeya, en lo que se llamó la Villa de los Papiros (¿perteneciente a Piso, suegro de Julio César?) se encontraba una biblioteca singular con cerca de 2000 libros y que el leño que aquí se ve no es tal sino un rollo de papiros hallado bajo las cenizas. 

Al ver el "leño", resulta obvio que la lectura de estos rollos ha sido casi imposible porque al tratar de desenrollarlos, se deshacen. No obstante, a través de una imagen multiespectral "multispectral imaging" que aumenta el grado de contraste en los escritos, se han podido leer algunos fragmentos y saber que la biblioteca contiene estudios sobre los tratados del filósofo griego Epicuro

De acuerdo con el interés arqueológico y filosófico de este hallazgo -el amplio tratado (37 volúmenes) de Epicuro sobre el empirismo titulado De Natura, sienta las bases más antiguas de la noción moderna sobre el conocimiento a través de la experimentación- el Doctor Vito Mocella del Instituto de Microelectrónica y Microsistemas de Nápoles ha logrado describir una forma de descifrar su contenido sin tener que desenrollar el "leño".


Aún cuando el proyecto está en sus primeras etapas, se considera que el proceso va por buen camino y pronto aumentará el grado de contraste gracias al uso de Rayos X de diferente longitud de onda.


Además de lo fascinante que resulta el estudio en sí de poder leer papiros de la época mencionada, qué mejor que saber si la villa pertenecía a Piso.
 

domingo, 8 de febrero de 2015

FOTO

Buscando, buscando, me topé con la foto de la boda de mis padres y ahí, en el mismo centro, está Juan Ramón Jiménez.

jueves, 5 de febrero de 2015

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Ninguna foto me acompaña de tan singular acontecimiento.
Quizá la razón fue que para mis padres no era tal, sino una visita normal dadas la circunstancias: el exilio; la estancia en Washington; la cercanía de Juan Ramón y Zenobia durante el tiempo que pasaron en la Universidad de Maryland. Pero no, no hay fotos.
Ahora que se cumplen 100 años de Platero y Yo, y que aparece un artículo en el diario El País que se refiere a la pasión secreta de la escultora Marga Gil, la edición de su diario y su suicidio, recuerdo a Juan Ramón y Zenobia en aquella casa de Alexandria (en Virginia -el otro estado colindante con la capital estadounidense).
Yo debo haber tenido 9 o 10 años, aporreaba el piano y aquel señor barbado y que parecía tan serio me decía, "Pero qué bien tocas María Teresita, parece que estás tomando clases".
Y yo tan contenta de que no me habían mandado callar, también me enamoré de él.

¡QUÉ ATINADO!

Siempre vale la pena citar a The Economist y, para no quedarme atrás de lo que muchos comentaristas han destacado señalo el subtítulo del artículo de Bello "The Mexican morass"

A president who doesn´t get that he doesn´t get it
 
En esas estamos todos los mexicanos.