sábado, 30 de enero de 2010

UN PRESIDENTE DE LUJO

No cabe duda que el Mensaje o Informe a la Nación -State of the Union Address- fue espléndido frente a la adversidad que Barak Obama obviamente enfrenta. La oposición cobró un triunfo inesperado y devastador en el estado de Massachusetts con Scott Brown, parece seguro que su reforma a la salud se fue al caño y Bernanke pasó de panzazo para seguir como titular de la Reserva Federal.
Pero Obama no se contentó con eso. El encuentro con los republicanos, 140 de ellos reunidos en su retiro de Baltimore y frente a las cámaras de televisión, realizado dos días después, es digno de seguir. Punto por punto, cifra tras cifra, revisión de leyes y reglamentos, el Presidente Obama contestó a todos y cada uno de los planteamientos de la oposición pidiendo trabajar unidos en favor del país, los grandes temas nacionales e internacionales y los menos favorecidos.
El encuentro se celebró respetuosamente, guardando la buenas maneras, y puede o no tener buenos resultados, pero parece que los asistentes lo consideraron positivo pidiendo cerrar el gap entre la retórica y la realidad: "Parecería que los republicanos pensaran que lo que estoy proponiendo es un complot bolshevique que va a destruir el país", dijo Obama.
Curiosamente, los expertos o pudits (la historiadora Doris Kearns Goodwin y Eugene Robinson premio Pulitzer del Washington Post, entre otros) consideraron que el Mensaje del miércoles, pese a ser "brillante" no había llegado a los corazones de los estadounidenses, es decir, que no "conecta emocionalmente" y que los mensajes deben ser cortos. Citando a Clinton: "It´s the economy Stupid" y a Kennedy "En diez años estaremos en la luna" y no recuerdo qué frase maravillosa (?) de Regan -claro: el gran comunicador-, consideraron que Obama complica demasiado las cosas.
Me pregunto, ¿cómo se puede dejar de complicar una situación tan compleja, con tantas aristas como la de Estados Unidos y, de paso, la de todo el mundo?

miércoles, 27 de enero de 2010

lunes, 25 de enero de 2010

NUEVO SENADOR


NO ME PUDE CONTENER

P.D. Veo que no soy la única que no se puede contener. En su columna de ayer, Maureen Dowd, del New York Times dice que este tipazo, El Nuevo, es en quien se ponen todas las esperanzas de los (y las) estadounidenses ya que El Anterior, Barak Obama, ha sido enorme decepción. Y, se pregunta, por qué el Senador, Scott Brown no es quien dirige el Informe a la Nación y utiliza toda su inexperiencia para devolverles el entusiasmo.

miércoles, 20 de enero de 2010

CARMEN

Carmen fue la primer ópera que vi en mi vida. Debo haber tenido unos 9 o 10 años y mis padres me llevaron al Watergate de Washington donde se ponía una concha acústica sobre el río Potomac. Además de la impresión que me causó y me convirtió en devota fan, sería el momento en que nos dimos cuenta de que no veía nada y pasé a usar lentes.
Mil años más tarde, en Alta Definición (HD o high definition) el Auditorio Nacional presenta la Carmen que hoy produce la Metropolitan Opera de Nueva York. Mis amigos, asiduos asistentes a estas funciones en el Auditorio, dicen que son fantásticas. Conociendo los chiflones a los que nos sometemos cuando pisamos el recinto, prefiero abstenerme.
Claro, he de decir que tuve la suerte de ver la función el 31 de diciembre in situ y en localidad privilegiada. En esa fecha las funciones son de gala y se ve mucha gente elegantísima cuando ya los demás nos vestimos calientitos y como para ir al cine. Siempre da gusto ver gente bonita.
En esta ocasión había muchos chismes alrededor del elenco y la puesta en escena. Nuevamente, la Met sustituyó una vieja puesta en escena de Zeffirelli -que el crítico del New York Times Anthony Tommasini consideró pesada y sin pies ni cabeza- por la del inglés Richard Eyre, que a mí me pareció peor. Pero, claro, el Sr. Tommasini sabe mucho más que yo del asunto. ¿Por qué digo que me pareció peor? Porque, de repente, las cigarreras aparecen salidas de un agujero en el suelo (¿en la Fábrica de Cigarros de Sevilla?) y todas iban vestidas como campesinas rusas. Luego me entero que el Sr. Eyre traslada la ópera hacia delante 100 años al "período represivo de la Guerra Civil Española". Por cierto que el dramático telón, negro con un rayo rojo de arriba abajo, es espectacular y el vestido de Carmen -arriba- los copia.
Paso al chisme. Resulta que el papel de Carmen debió haberse cantado por la espléndida Angela Gheorghiu y el Don José sería el tenor Roberto Algna su marido. Resulta que los protagonistas deciden divorciarse y la Gheorghiu se retira dejando su lugar a la mezzo letona Elina Garanca (cuya interpretación Tommasini considera sexy y cautelosa).
Y, ¿que me parecieron los cantantes? Me parecieron bien y a veces muy bien. La Garanca no tiene esa voz pastosa gorda que a mi me gusta para Carmen, Algna bueno -dice la crítica que andaba medio acatarrado- y la soprano Barbara Frittoli en su papel de Micaela, la mejor.
En fin, de todo un poco. Si no hay algo que criticar, el asunto no tiene salecita, ¿no?

lunes, 18 de enero de 2010

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

Año con año -y supongo que como todo el mundo- me propongo descartar todo aquello que no me sirve, archivar lo que sí me sirve, ponerme a dieta y hacer ejercicio. Lamentablemente, año con año, mi closet sigue acumulando pantalones y blusas que abarcan 4 tallas, me acabo de comprar unas galletas que me encantan, la caminadora la observo con recelo y lo archivado requiere otra peinadita. Pero, me digo, apenas estamos a mediados de enero.

ADICTA

El jueves pasado -antes del vendabal- me quedé sin luz. Débía enviar un escrito importante y, para acabarla de amolar, había invitado a unos amigos a cenar. Por otra vía, pude enviar mi correo electrónico y la cena, a la luz de las velas, fue sumamente agradable.
Sí, pero todo fue ex post. Mientras me angustiaba por no quedar mal con mi envío, pensé también que mi cena iba a ser un fiasco. ¿Prendería la estufa? Está conectada a la luz, me dije. Veni me tranquilizó: Señora, se puede prender con cerillos. Por fortuna aquello sigue pudiéndose hacer.
Lo de la computadora es otra cosa y mi adicción es tremenda. La batería es muy limitada en la mía -habrá que comprar una de repuesto- y, sin luz, no se puede enviar lo redactado a la impresora. El pánico me atacó. No puedo hacer nada sin computadora, sin impresora, sin correo electrónico.

El domingo, veo el cartón de mi amigo Paco Calderón en el Reforma y, sí, me río. Mal de muchos consuelo de tontos.

jueves, 14 de enero de 2010

TERREMOTO EN HAITÍ

Desde antes de ayer escucho noticias de Haití y veo películas y fotografías sobre este tremendo terremoto. Los que nos acordamos del que sufrimos aquí en México en 1985 parece palidecer ante el de este pueblo indefenso.
Creo, y es menester señalarlo, que el reportaje que acabo de escuchar que acaba de hacer Carlos Loret de Mola en el programa de Denise Maerker -Atando Cabos en Radio Red- ha sido de los mejores que he escuchado.
Loret llega hoy, al rededor de las 9 de la mañana, a un aeropuerto en que ya no cabe un alfiler y relata -como también lo han hecho los gringos- las faltas de estructura que impiden hacer llegar la ayuda -que parece ser mucha- a aquellos que la necesitan. No hay caminos para llegar, no hay gasolina para vehículos, no hay electricidad para funcionar. Médicos, víveres, agua: todo está en el aeropuerto sin poderse emplear y, por si fuera poco: ¡esperando pasar la aduana!
El mundo entero se angustia; pocos se ausentan del dolor.
Estamos presentes.

lunes, 11 de enero de 2010

MERCADO DE VALENCIA

Carmen Strobl y Yola Saucedo me envían este video. Igualito que La Merced.

domingo, 10 de enero de 2010

PATADAS AL PESEBRE

Difícil la tienen los representantes de México en el exterior. ¿Qué hacer cuando un analista, un intelectual o un reportero preguntan acerca de la economía o la violencia en México? ¿Debemos decir que vamos mejor que Colombia, Brasil o Perú? ¿Ese es el tipo de diplomacia que se debe aplicar?
La respuesta a estas preguntas está de sobra ventilada por los diarios de todo el mundo. Cierto, a veces en la página 43 del New York Times o Le Monde, peró ahí están los descabezados y la crisis en todos los niveles de nuestra atribulada economía. Son otros los argumentos que han de esgrimir nuestros diplomáticos y, para ello, las políticas gubernamentales deben ser claras y empezar a surtir efectos positivos en la sociedad.

sábado, 9 de enero de 2010

martes, 5 de enero de 2010

DISCRIMINACIÓN


Entre todos los problemas que el Presidente Obama trae encima, uno parece quererse esconder: la discriminación racial. No es que pocos apunten a ella, pero tan pronto se empieza a entrar en el tema, alguien lo acalla. Desde luego no será el primer mandatario de esta nación quien hable de ello.
Ahora bien, como atinadamente señala el folleto Playbill que reparten todos los teatros neoyorquinos, el tema de la discriminación racial acapara un número sin precedente de obras teatrales en esta temporada (Race -que es la que ví yo y recomiendo-, Finian´s Rainbow, Menphis, Superior Donuts y A Steady Rain). Es, dice Playbill una temporada propicia para hablar al público estadounidense moderno. La entrada al escenario de Obama atrae el tema y la contribución del teatro es de aplaudirse. Pone al descubierto un tema subyacente en la sociedad (las sociedades) de este país.