Entre La Montaña Mágica de Thomas Mann y el hospital de San Rafael (en España) cuyo director era mi tío Joaquín Márquez me siento la tísica que respira el aire puro de mi jardín abrigada de pies a cabeza. Hace friíto. Leo un libro de Philip Kerr cuyo asesino resulta genial y, por si fuera poco, escucho los Impromptus de Schubert y me regodeo en las nochebuenas -aquí Pascuas- que embellecen el ambiente.
¿No les da envidia?
¿No les da envidia?
1 comentario:
Nice view....
Publicar un comentario