lunes, 12 de agosto de 2019

LA FRONTERA


LA FRONTERA

A principios del sexenio de Miguel de la Madrid, tuve el placer de trabajar con nuestro gran amigo, Marcelo Javelly, entonces titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), en su equipo de relaciones exteriores.

Javelly me estaba haciendo un favor inmenso pues a mí, que en aquel tiempo además (o, sobre todo) era esposa del Secretario de Hacienda y nadie se atrevía a ofrecerme un trabajo ni de barrendero. Valiente, Javelly pensó que me estaba dando una labor sin importancia y me dedicaría a sacar boletos de avión, hoteles y concertar entrevistas con funcionarios de la SRE o del exterior.

No contaba con mi astucia, diría no sé que cómico de antaño. 

Entre otras cosas, a más de pasarme las horas en Relaciones Exteriores, viajé a diversos países, sobre todo a Estados Unidos,  y asistí  una reunión del GRULA (Grupo Latinoamericano) en Perú. Creo, en fin, que pude contribuir decorosamente a las labores de la SEDUE durante aquellos años.

En esas estaba, cuando hubo que echar a andar un tratado entre el vecino país del norte y México sobre las aguas del río Colorado en virtud de que nos estaba perjudicando la salinidad del mismo a nuestras aguas. Esto significaba que nuestro vecino debía hacer una obra X con lo cual se concertó una reunión en la frontera (debo decir que no recuerdo en qué lugar fue pero creo que en Laredo).

Amén de que fue una reunión muy interesante y que los vecinos del norte tenían muy bien programada su intervención y acabamos todos de acuerdo, para mí, lo más interesante fue conocer "la frontera" y darme cuenta de que estaba entrando en otro país.

Además de México, conozco muy bien Estados Unidos, no en balde he vivido allí unos 8 años, pero nunca había visitado esta zona extraña y bicolor: ni es Estados Unidos ni es México; es una hermandad cercana que con sólo cruzar "el charco", se va a comer con los cuates, platican de las mismas cosas y, ¡maravilloso! si de un lado hay un incendio te mandan a los bomberos del otro y si hay una emergencia médica llegan las ambulancias con los médicos necesarios.

SOMOS HERMANOS, quiéralo o no el Trump o el terrorista que viaja kilómetros para acribillarlos.

¡VIVA LA FRONTERA!

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