Con mucho orgullo, leo la entrevista que le hace Victor Hugo Michel del diario Milenio a Jorge Alberto Lozoya, nuestro emajador en Malasia. Se trata de un asunto serio pues tres mexicanos procedentes de Sinaloa están condenados a muerte por tráfico de drogas en el país asiático.
El Embajador Lozoya no se anda por las ramas al decir que todos somos responsables de nuestros actos.
“México", dice Lozoya, "es un país de leyes que no permite que otras naciones rompan su estructura legal ni que pretendan imponerle un punto de vista. Nunca en la política exterior hemos pretendido hacer lo mismo en otra nación. México está en contra de la intervención en nuestros asuntos internos. No vamos a andar por el mundo interviniendo en los de otros.”
Más claro ni el agua. Cualquiera que trafique con drogas en Malasia, nacional o extranjero será condenado a muerte. Así lo indican sus leyes y así se indica a todo aquel que solicite una visa para el país. México, por tanto, no va a presionar a la justicia de Malasia para que suelte a los sinaloenses en caso de que se demuestre su culpabilidad.
Nuestro embajador también procede a hacer un análisis elogioso de sistema judicial malasio cuyos abogados y jueces "son formados no sólo en las mejores escuelas de aquí, sino en Oxford, en Cambridge. Estamos ante un sistema jurídico muy moderno y democrático. Las instancias y el procedimiento son de lo más refinado en el mundo".
Ante la pregunta del entrevistador sobre si nuestro embajador se sentía optimista sobre el resultado de la revisión del juicio por los jueces, Lozoya responde:
"Mi posición no tiene que ver nada con el optimismo. No soy parte de esto. Soy el embajador de México. Tengo que observar y cuidar los derechos de sus ciudadanos. Y debo decirlo aquí: han sido plenamente respetados por las autoridades malasias. No ha habido una sola queja respecto de la administración del periodo de reclusión de los connacionales, no han presentado ninguna queja. . . Nosotros tenemos una clarísima política de protección de los derechos de los conciudadanos. Nuestro papel es que estas personas o cualquier otra que porte un pasaporte nacional sean tratadas conforme a derecho. Pero cuando usted ingresa a un país legalmente sabe que tiene acatar la ley. Las aeromozas en Malaysia Airlines dicen: “Recuerde usted, en Malasia drogas equivalen a pena de muerte”. En el formulario y en la visa dice: “recuerde: drogas equivale a pena de muerte”.