Allí, donde Broadway se junta con la Quinta Avenida enfrente del famoso Flatiron Building, se encuentra un mercado de lujo enorme cuyo lema es "Compramos lo que comemos y comemos lo que compramos". Por cada tipo de producto hay un restorán. 700 variedades de vino -italiano por supuesto- cerveza, carne de excelencia al igual que pescado, sin faltar la pasta, la panadería y las verduras, el aceite de oliva, las especias y el café amén de 400 tipos de queso y los libros de cocina y artefactos para cocinar. También cuenta con una escuela de cocina italiana.
Donde comes pasta no esperes una ensalada. Todo está puesto con una pulcritud y una gracia enorme y aparentemente el lugar está lleno a tope desde que abre pues se han propuesto hacer accesible productos de calidad a todo público.
Era miércoles y esperamos más de una hora para poder sentarnos a comer pasta pero bien valía la pena recorrer el lugar para verlo todo.
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