La fotografía que acompaña este blog fue tomada sólo 2 semanas antes de que nos dejara María Teresa Pría Olavarrieta (y Ferrara, diría ella). Iba a bordo de un barquito en Singapur. Nuestra amiga llevaba muchos años enferma pero el cariño de sus hijos y en especial de su Prieta, la embajadora de México en Indonesia, le permitió conocer mucho de aquello que siempre quiso gozar.
Melba, Tomás y Luis convocaron a los amigos a plantar una araucaria con las cenizas de María Teresa, cenizas que quedan ahora en diversas partes de nuestro territorio y en Indonesia donde falleció hace 6 meses.
Los recuerdos son muchos: Tlacotalpan, los jaraneros y Fuster acompañados de toritos de jobo; nuestras maldades con Lenin Molina, fallecido hace 20 años ya, las exposiciones visitadas, admiradas y criticadas; amigos compartidos, su participación en la revista del Museo de Arte Moderno, el arte objeto de Tane y mucho más. ¡Bueno, hasta llegó a incursionar en los estudios de prospectiva!
A mis nietos Rodrigo y Santiago les hacía globos de papel que echaba a volar y les dejó unas piezas de artesanía michoacana con una nota de su propia mano. En su librero, Tomás encontró, preciosamente encuadernada, la tesis profesional de mi hija Eugenia. Multifacética, estoy segura que "la Pría" se la leyó de pe a pa cuando su propia madre a duras penas logró mascullar el título del documento (Influencia del ATP en la F1-ATPasa mitocondrial soluble sobre algunas características catalíticas estructurales de la enzima).
Por si fuera poco, Gilberto Aceves Navarro aseguraba que poseía las mejores piernas de la República Mexicana. Buen viaje Pría. Se te ha querido mucho.
1 comentario:
Gracias Tere por tus palabras y memoria cercana, intima y agradecida.
Besos
TPO
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