VACACIONES

Amigos y parientes españoles se preparan para vacacionar, si es que aún no están en alguna playa o paraje maravilloso. Yo me muero de envidia y reflexiono sobre una de las costumbres más sanas del hombre.
Durante muchos años, mi ahora ex marido sentía que era pecado vacacionar y más si el período de asueto pudiera ser fuera de México. Eso ni pensarlo. Cuando mucho Ixtapa o, al principio de nuestro matrimonio, a Acapulco o Manzanillo o Tequisquiapan. Ya después ni eso.
Veo con tristeza que lo mismo está pasando con John Kerry a quien pescaron subiéndose a una lancha en su lugar de vacaciones en Massachusetts cuando el mundo está tan revuelto. ¿Por qué diablos no está trepado en un avión ayudando a alguna facción egipcia para componer el golpe de estado que no es golpe de estado porque si lo fuera, tendrían que suspender la ayuda que Estados Unidos siempre le dando a ese país.
El País Semanal nos invita a relajarnos y reflexionar para que, cuando tengamos que volver a trabajar, a hacer frente a la crisis o a la escuela podamos hacerlo con los bríos necesarios que nos lleven al éxito o, cuando menos, a tomar mejores decisiones.
El artículo de quienes si saben tomar vacaciones sugiere que meditemos para descargar nuestra mente pues para volver a tomar la batuta, es necesario vaciar la taza de problemas; cocinemos "con alma" comprando productos frescos, "practicar el noble arte de la siesta". 
Cada vez me gusta más el artículo.
Ya después me empiezo a preocupar pues me remite al ejercicio que no es lo mío pero que diariamente me repito debo hacer. Seguro que ayudaría si alguna vez logro hacerle caso a mi conciencia.
Por último me aconseja que me lleve un buen libro y algunas películas.
Muchos más conceptos se vierten en esta invitación al asueto. Léalo. Hay que hacer caso. Vacacionemos y pasémoslo muy bien.