viernes, 19 de septiembre de 2014

LA CIUDAD DE LOS PALACIOS IV

Una de las grandes obras de la Ciudad de los Palacios es el Museo Nacional de Antropología del Arq. Pedro Ramírez Vázquez.
Laureado por tirios y troyanos, es lugar obligado para disfrutar las piezas más importantes de las grandes culturas mexicanas.
Hace 50 años, cuando Tláloc, Dios de la Lluvia y de la Tierra, con sus  7 metros de altura y 168 toneladas de peso, se trasladó de San Miguel Coatlinchán a la Ciudad de México hace 50 años para colocarse a la entrada del Museo, llovió durante todo el trayecto ante el asombro de los mexicanos.

El museo en su totalidad es bello, muy disfrutable, ilustrativo de la vida de los antiguos mexicanos y visitado por más de 2 millones de personas anualmente.
Como en este caso, he estado hablando de lo que se puede mejorar o atender o los peros que le pongo a la Ciudad de los Palacios y he sido criada en museos -y acercándome ya a ser pieza de museo- diré que tampoco es un museo "amigable" para los cronológicamente dotados.
A saber: para entrar no puedes tener más de 56 años. ¿Por qué? Porque hay que subir escaleras si barandal y la explanada para llegar es kilométrica.
Me pregunto si en sus años dorados, el Arq. Ramírez Vázquez, ya en silla de ruedas, no se habrá preguntado como le harían los poco privilegiados añosos para siquiera entrar al recinto.
Ahí se los dejo. 

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