sábado, 27 de junio de 2009

CARTESIANA

Entre los casi 57 millones de páginas de Google en internet sobre el voto en México, -cerca de 10 millones en español- y las pocas que yo leo, la cartesiana-libra que esto escribe espera que la balanza llegue a un equilibrio. "Ser o no ser", "subir, subir y luego caer", he ahí el dilema. Por primera vez dudo. Pero mi duda esta entre ir o no ir a votar, entre votar en blanco, cruzar la boleta, o resucitar a Cantinflas como candidato independiente. ¿Quién tiene ganas de votar por candidatos que, fuera de Juanito, ni conoce? -¡Y yo que no vivo en Iztapalapa!-¿Para que continúe el gasto exorbitante en los partidos y diputados y senadores se sigan aumentando el sueldo a pesar de la crisis en que estamos sumidos? ¿Para que sigan los 23 millones 400 mil spots que no ofrecen propuesta alguna? ¿Para que mi colonia siga sucia y sin viso alguno de reglamentación?. . .mejor me voy pa´ Mérida.
Asustados, dirigentes, gobierno y, ¡la iglesia! nos conminan a votar.
Por la anulación del voto, Sánchez Susarrey (Reforma, 6 y 27 de junio) apunta: (aunque) la abstención o la anulación del voto, en todas sus variantes, no son el mejor camino. No son siquiera recursos que se puedan utilizar y promover indefinidamente. . . Pero en esta elección intermedia es la única herramienta que. . .los partidos nos han dejado. La esencia del planteamiento es clara: la partidocracia no representa a los ciudadanos ni se preocupa por ellos, su objetivo es preservar sus intereses aun a costa de atentar contra derechos fundamentales -como la libertad de expresión.
Luego Woldenberg (también Reforma, 23 de junio) da al traste con mi determinación y platea 23 razones para votar:

1. Los votos construirán gobiernos estatales, ayuntamientos, congresos locales, jefaturas delegaciones, asamblea legislativa y Cámara de Diputados. Con este inicio estoy a punto de volverme anarquista.

2. Los votos cuentan.

3. Cuentan desde hace muy poco. ¿Y?

4. Existen diferentes opciones. Ni una buena.

5. Es una falacia que todos sean lo mismo.

6. Resulta una elaboración intelectual insostenible que los políticos y los partidos no puedan diferenciarse.

7. La derivación política de esa construcción intelectual recuerda a los discursos antipolíticos elementales y reduccionistas: una "clase política cerrada, amafiada, incapaz" contra un pueblo "noble, incorruptible, virtuoso".

8. La abstención no cuenta. Aquí ya empiezo a dudar.

9. La abstención también puede ser leída como consenso pasivo.

10. La abstención se alimenta de muy diferentes humores públicos: la resignación y la distancia, la crítica, la inercia y el desprecio a la política en bloque.

11. El voto nulo -no la abstención- tendrá también diferentes nutrientes: los errores, las gracejadas (votar por El Hombre Araña, por ejemplo) y la crítica indiferenciada al mundo de la política y los partidos. No cree en resuscitar a Cantinflas.

12. El voto nulo en sí mismo no expresará más que hartazgo, desencanto, malestar.

13. Cada uno de los que está llamando al voto nulo al enunciar sus razones entra en contradicción con otros que también dejarán su voto en blanco. Ejemplos: los que llaman a anular el voto porque están en desacuerdo con la reforma de 2007 contra los que no quieren que los tiempos de radio y televisión vuelvan a ser comercializados; los que desean la posibilidad de reelección inmediata de los legisladores contra los que se expresan contra "la partidocracia"; los que demandan acabar con los diputados plurinominales y los que quieren que las minorías tengan representación. Votarán en blanco los que añoran el viejo verticalismo y los que ambicionan más y mejor democracia. De acuerdo pero, ¿los diputados y senadores elegidos van a hacer algo por una reforma, el número de diputados plurinominales o la falta de representación de las minorías?

14. Los padres y madres del voto nulo tienen solo en común eso: malestar. Pués sí.

15. Votar es la punta de un iceberg civilizatorio que supone la existencia de corrientes político-ideológicas organizadas (partidos), que expresan la diversidad existente en la sociedad, que han encontrado un método participativo y pacífico para nombrar gobiernos y órganos legislativos, lo cual coadyuva a la coexistencia de la pluralidad. Interesante. . .

16. El mundo de la representación plural lo forjó la gente votando. En 20 años, a través del voto, el universo institucional cambió de manera radical. De un espacio ocupado (prácticamente) por una sola fuerza a un espacio habitado por la diversidad. (Datos: 1988, todos los gobernadores, todos los senadores y el 82 por ciento de los diputados eran del PRI; hoy tenemos gobernadores de tres partidos y en el Senado y la Cámara de Diputados ninguno tiene mayoría absoluta de escaños. Y eso lo realizaron los ciudadanos votando). Cierto.

17. El voto ha sido un instrumento inmejorable para ampliar el ejercicio de las libertades. Es posible.

18. Si algunos de los que llaman a anular el voto quieren participar en el espacio de la representación política tendrán, más temprano que tarde, que organizar su propia opción, y en ese momento aparecerá un nuevo partido (Ni modo, son inescapables). ¿No podríamos también hablar de candidatos independientes?

19. El voto nulo tiene además un tufo de desprecio hacia una institución central de la República: la Cámara de Diputados. Porque es despreciable. Porque me pregunto: ¿cuántos de los que llaman a anular el voto lo harían si lo que estuviera en juego fuera la Presidencia de la República?

20. Hay que crearles un contexto de exigencia a políticos, partidos, congresos y gobiernos. Pero no es abandonando la plaza y dejando que otros decidan la mejor opción. A ver, a ver, ¿cómo está eso?

21. Los preocupados por la vida política del país están obligados a generar diagnósticos y propuestas de reformas, fórmulas de organización, agendas que graviten sobre la toma de decisiones, mecanismos de rendición de cuentas, en una palabra, una trama civil que eleve la presencia de las organizaciones y las propuestas que emergen desde la sociedad. Y ello no está ligado, necesariamente, al voto nulo. Me apunto.

22. Los propios partidos, por necesidad o por virtud, han incorporado a sus listas a ciudadanos no afiliados a ellos (ejemplos: Guadalupe Loaeza -PRD-, Gastón Luken -PAN-, Alejandro Gertz Manero -Convergencia- Jaime Cárdenas -PT-, Miguel Galván -PSD-). Mejor no hablamos.

23. Porque "todo lo que es también puede no ser" (Milan Kundera, Un encuentro, Tusquets, México, 2009, P. 100).

Para terminar, Woldenberg espera "que un día no nos encontremos sin partidos, elecciones, Congreso plural, división de poderes y súmele usted.Ahora bien, quiere usted abstenerse o anular su voto, hágalo. Está en su derecho. Piense, sin embargo, en los que ya asumen su representación."

No sé qué decir.

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