Cito la columna "Sobreaviso" de los sábados de René Delgado en el diario Reforma:
"Como si su triunfo fuera un destino inexorable, el priista Enrique Peña ha perdido todo pudor para mostrarse no como un precandidato con posibilidad de ganar la Presidencia de la República, sino como el socio benefactor de los grupos de interés de su predilección y como el principal promotor de vicios que enorme daño han causado al desarrollo de la democracia nacional.
Impulsa y mantiene en la dirigencia de su partido al hombre más emblemático de la impunidad política: Humberto Moreira. Rehabilita y reactiva a ex gobernadores que, quizá, en vez de estar en la escena política, deberían ocupar algún camerino en Almoloya. Rescata del arcón de lo ridículo viejas prácticas con toques de modernidad: el destape en red nacional, el "chayote" mediático como "producto integrado" de la comunicación mercantil, la burla a la ley como infomercial. Aboga de mil y un maneras no para frenar cualquier intento de ensanchar la participación política ciudadana y establecer mayores controles sobre el poder, sino para reponer los resortes agotados de un presidencialismo exacerbado."
en el diario Reforma
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