La llegada del PP a la presidencia de España trae consigo nuevas batallas entre las dos Españas. No cabe duda que en los últimos años Rodríguez Zapatero lo hizo bastante mal y no me voy a detener en detallar los yerros. Los "indignados" le echaron leña al fuego. Un paro de 23% no hay país que lo aguante pero dieron pié a la entrada de un gobierno que lo que menos va a hacer es seguir con el nivel de "estado bienestar" de España aunque el nuevo presidente inicie su gestión elevando las pensiones. Ya veremos.Y las venganzas vienen detrás:
- La Real Academia de la Historia no modificará el Diccionario biográfico español y, por tanto Franco no fue totalitario sino autoritario; el gobierno de Negrín fue dictatorial y Azaña "hizo una importante depuración del Ejército" (El País).
- En el famoso caso Gürtel parece ser que Eloy Velasco, quien fuera director general de Justicia de la Comunidad Valenciana en los gobiernos de Zaplana y Camps -el de los trajes- ocupará la judicatura del caso.
- Garzón, ya sabemos, ha sido inhabilitado durante 11 años por un tribunal supremo plagado de fascistas.
- Nadie podrá ocuparse ya de la memoria histórica ni de desenterrar a los muertos: es un hecho que ya prescribió, genocidio o no, dice "el Supremo".
"País Bananero", titula su artículo de hoy Sergio Aguayo en el diario Reforma por su trato al juez Garzón. Nosotros, que siempre quisimos emular a España por su Pacto de la Moncloa, sentimos vergüenza.
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