Llevo al menos un par de meses en que quiero escribir algo acerca de Vicente Rojo, amigo querido y, sin duda, gran exponente del arte en México.
Como siento el arte mejor que como me expreso sobre ella, siempre que quiero escribir algo, me temo no hacerle justicia. Por fortuna creo que justicia le han hecho muchos que de veras saben escribir sobre arte.
Vicente cumple 80 años y, la verdad, cuesta trabajo no verlo mucho más joven. No sólo en su rostro si no en lo que pinta y las novedades que ofrece con su alfabeto fantástico.
Pepe Palomo me envía "un link" de You Tube donde el súper crítico Robert Hughes, recién fallecido, habla de las perversiones del arte (The New Shock of The New 2004 Robert Hughes) y me doy cuenta del valor que tiene Rojo al explorar e insistir en un tema hasta agotarlo. . . las Señales, las Negaciones, los Recuerdos, los Escenarios, México bajo la lluvia. En ninguno hay "fast art" como critica Hughes del panorama actual del arte y los contemporáneos. El arte no es medio masivo, ni fast food. Y lo ves en Vicente, la idea se estudia, se amplía, se mejora. (De repente, se me ocurrió decir que esperaba ver su alfabeto ad nauseam. ¡Qué mal escojo las palabras!)
De Vicente fue el primer cuadro importante que, en abonos fáciles compramos para darle sentido a la nueva oficina que ocuparía mi entonces marido. De Vicente ha sido el último que he comprado y es pieza importantísima en mi casa. De la serie Lluvia sobre México, el cuadro de arriba.
Gracias Vicente por este placer.
Gracias Vicente por este placer.
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