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Pronto el discurso se vió plagado de insultos a Obama, algunos de ellos realmente ingeniosos como el de que "cuando se disipe la nube de retórica y calle el rugido de las masas; cuando las luces del estadio se apaguen y las columnas griegas de poliestireno se devuelvan al teatro de donde salieron, ¿qué programa tiene nuestro opositor? ¿Qué quiere realmente lograr cuando acabe de partir las aguas y sanar todos los males del planeta?"
Está claro que John McCain tiene 72, de manera que no es ningún pollito. Puede llegar a cumplir los 122 como la señora recién retratada en los diarios, pero igualmente puede morirse mañana como todos nosotros. Ahí es donde los chistoretes e insultos ya no hacen tanta gracia.
Si bien resulta lógica su postura de confrontación ante sus congéneres y la afinidad que tendrán con ella los habitantes de ciudades pequeñas y las mujeres trabajadoras con hijos y problemas similares a los suyos, aproximadamente el 90% de los 471 comentarios de los lectores del Opinionator que consulto en este momento son bastante sarcásticos en referencia a la candidata. Claro, diría Palin, vienen de los lectores del New York Times.
En su discurso en la Convención Demócrata, Al Gore, más tieso que nunca, tuvo a bien recordar a sus compatriotas que el padre de su patria, George Washington, prohibió la tortura de prisioneros de guerra porque traería vergüeza, deshonra y ruina a la nación. Junto a George Bush, Dick Cheney y John McCain, Sarah Palin acusa a Obama de preocuparse de que a los prisioneros no se les haya sometido a un juicio y avisado de sus derechos -no habló de tortura. Me imagino que también los pro-vidas, los miembros de la National Rifle Association y los creacionistas están encantados.
Lo cierto es que no habló para nada de los temas que importan a los norteamericanos: la economía, la educación, la seguridad social, Georgia y Pakistán brillaron por su ausencia y, ¡PECADO MORTAL!, se metió con los medios.
Lo cierto es que no habló para nada de los temas que importan a los norteamericanos: la economía, la educación, la seguridad social, Georgia y Pakistán brillaron por su ausencia y, ¡PECADO MORTAL!, se metió con los medios.
Ya se dijo que la contienda iba a estar cerrada, pero ¿a qué costo?
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