lunes, 15 de junio de 2009

EL EXILIO

Se habla mucho de las luces de los intelectuales que llegaron a México gracias al Presidente Cárdenas. Y, sí, cuando esto escribo veo que en Google se registran 207,000 páginas en español sobre el exilio español en México. Si lo comparamos con lo referido a Obama (4,650,000 páginas) no es nada, pero debemos aceptar que es muchísimo lo escrito sobre esa generación llegada hace 70 años en razón a la riqueza cultural que trajo al país que le abrió las puertas.
Pero la gran mayoría de los llegados a estas tierras de 1939 a 1945 no fue de ninguna manera intelectual ni pertenecía a la academia. Los del primer censo reconstruido por Gloria Artís, indica que no llegan ni siguiera a 2,500 los registrados en los rubros de administración pública o profesiones liberales a quienes pudiéramos aplicar quizá esa designación.
No obstante, los pocos en número enriquecieron los planteles universitarios de la ciudad de México, esto es, los de la UNAM, el Instituto Politécnico, la Casa de España-Colegio de México, Chapingo, y las universidades de algunos estados. Con ellos creció también el número de materias impartidas y los centros de estudio e investigación. Aumentaron además los grupos más o menos numerosos de estudiosos de las ciencias y las artes que recibieron las luces de los profesores acento distinto que impartían cátedra en las universidades y colegios particulares entre los que se encuentran los creados por el exilio.
Los muchos técnicos, empleados, comerciantes, obreros y campesinos fueron encontrando su lugar y se incorporaron a la vida nacional a lo largo y ancho del territorio.
¿Dónde están los hijos y nietos de aquel exilio? ¿A qué se dedican? ¿Qué sucede con las familias de los exiliados? ¿Qué retienen del exilio de padres y abuelos? ¿Qué rechazan? Más aún, ¿hay entre este grupo un León Felipe, un Cernuda, un Pedro Garfias o un Max Aub, un Rodolfo Halffter, un Adolfo Salazar, un Bal y Gay o un Mayer Serra, un José Gaos, un Manuel Pedroso o un Recasens Siches, un José Moreno Villa, un Luis Buñuel o un Carlos Velo, una Remedios Varo, un Isaac Costero, un Félix Candela o un Cándido Bolivar.
Nos hemos propuesto investigarlo.

1 comentario:

Aurelio Pacheco dijo...

Conoces el articulo de sheridan sobre la recepción de los espaloles. La verdad es que no los recibieron tan bien como dices...