Inmersa como estoy en la iconografía de la Revolución mexicana, me doy cuenta de que en la inmensidad de exposiciones que engalanan los museos del país en este año de bicentenario y centenario, Enrique Estrada está ausente.
Luego, Personajes de la Lucha de Facciones que reflejan el horror de aquella guerra. Y más, Zapatistas muertos, Villa y Zapata.
Enrique Estrada debía estar presente en los museos que conmemoran este centenario. Pregunto razones y me contesta que hizo la visita de las siete casas pero que no encontró interés alguno.
Estupendo retratista, el pintor realizó una espléndida serie de referencia en la década de los setenta para dejar de cantar las glorias de la Revolución al remembrar el acontecimiento y sus protagonistas. Tan cercano el 68 en su memoria, añade a la serie un retrato terrible de Díaz Ordaz.
Abajo, Los Colgados nos remiten a la obra de Goitia y alguna tinta de Orozco. Aparecen duros retratos de Díaz y de Huerta. Su dominio de la técnica es evidente.
Luego, Personajes de la Lucha de Facciones que reflejan el horror de aquella guerra. Y más, Zapatistas muertos, Villa y Zapata.
Enrique Estrada debía estar presente en los museos que conmemoran este centenario. Pregunto razones y me contesta que hizo la visita de las siete casas pero que no encontró interés alguno.
Visito después su taller para ver lo nuevo y me encuentro con unos enormes desnudos en movimiento. La obra de Enrique sigue siendo espléndida y debe verse.
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