Ya alguna noche había visto murciélagos volar en Yautepec. No sé si serían vampiros o no, pero lo que tengo claro es que los vampiros están muy presentes en los mosquitos que noche a noche me atacan el cuello. Tanto así, que no puedo más que recordara aquello de:
Cuando te miro el cogote
y el nacimiento del pelo
se me sube, se me sube, se me baja
y el nacimiento del pelo
se me sube, se me sube, se me baja
el alma por todo el cuerpo
Y sí, la Corte del Faraón en pleno hace su aparición en Morelos.
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