jueves, 14 de octubre de 2010

UN GRAN MEXICANO

Veo esta foto de Ernesto Fernández Hurtado y me remonto al pasado, aquel en que un México orgulloso, osaba salirse de esquemas tradicionales e incursionar en proyectos audaces que han contribuido en forma importante al desarrollo de nuestro país.
Lo conocí antes. Era un joven a quien Don Rodrigo Gómez, Director del Banco de México, tenía en alta estima y lo acompañaba a todos lados. Aún no se había casado con Evelyn. Eso vino después. (Recuerdo que se casaron un viernes a las 10 de la mañana y, por supuesto, éramos muy pocos los asistentes.)
Poco después, siendo ya Ernesto Subdirector, nuestro banco central también hacía las veces de banco de desarrollo, de manera que, para descansar de la tediosa labor cotidiana de vigilar el encaje legal, las tasas de interés y huir del terror a las devaluaciones, el momento se consideró propicio para iniciar un ambicioso programa de turismo.
La medalla que lleva Ernesto al cuello es por el Premio Cancún y sí, fue Fernández Hurtado el artífice del programa turístico de México que empezara al final de la década de los años 60, siendo Sudirector y Don Rodrigo Gómez Director del Banco de México.
La lucha por un préstamo; planos reguladores; un puente que se caía una y otra vez; la erradicación de nubes de mosquitos; la construcción del Ixel. Todo formó parte del aquel proyecto que, empujado por Fernández Hurtado, Don Rodrigo y sus muchachos, se encontró el paraiso que sin duda estaba en México y se inició iniciando una serie de incursiones por el territorio nacional. Así siguieron Ixtapa, Huatulco y Baja California.
Por supuesto que los proyectos turísticos se aunaban a las labores de política finamciera y monetaria, al igual que al fomento de los fondos para la agricultura, la vivienda de interés social y las exportaciones.
Larga y fructífera fue la vida de Ernesto Fernández Hurtado que nunca dejó de preocuparse por los problemas que aquejan al país.
Leo el artículo que Jesús Silva-Herzog F. y Francisco Suárez Dávila publicaron el pasado 10 de octubre en el diario Reforma. La segunda frase califica a Ernesto Fernández Hurtado: UN GRAN MEXICANO.
Ambos colaboradores de Fernández Hurtado, los autores comentan que hace unas semanas hicieron un viaje a las Barrancas del Cobre y Ernesto les decía: "Oiga, Chucho. Oiga Francis: la situación del pais está diícil. Es preocupaante. ¿Qué podemos hacer para ayudarlo?"
De veras, ¿qué podemos hacer?

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