lunes, 16 de mayo de 2011

LA IMPORTANCIA DE BIN LADEN



Siempre me pareció que eso de la guerra contra el terror era un absurdo. Más bien contra el terrorismo, me decía. Pero los locos que andan sueltos se escudan en sus jihad personales y lo que nos producen es terror.
Se hace difícil viajar sin pensar que la persona de junto lleva consigo un arma escondida y que nuestras vidas y las de todos los que están a nuestro derredor están en peligro. El temor con el que vivimos desde el 11 de septiembre de 2001 frente a un referente tan cercano para muchos como es Nueva York -o Madrid y Londres- está en la cabeza de todos y cada uno.
La muerte de Bin Laden de repente da cierto aliento a la humandidad pues las sospechas frente al extraño y el odio y veneno que este hombre destiló durante una década no pueden haber sido más dañinas para el planeta. Pero su desaparición incomoda. Es obvio que en occidente muy pocos lamentan su muerte, pero la forma en que muere no acaba de cuadrar con los que consideramos que la justicia no se aplica de esta forma. Muchos han lamentado que no se le haya hecho un juicio con el de Núremberg. Otros tantos señalan que no estaba armado a la hora de su muerte. Otros indican que fue un acto de guerra y en la guerra los ejércitos no se andan con tientos.
¿Cómo conciliar posturas o sentimientos? No hay posibilidad de ello. Unos y otros seguiremos esgrimiendo nuestras razones y esperando que esta muerte no desate mayores peligros para la humanidad.

No hay comentarios: