Hoy quiero insistir en algo que sé que los jóvenes no quieren pensar. ¿Quien de los que la están pasando tan bien, está siendo exitoso en su trabajo y tiene un buen o magnífico sueldo, desea pensar que algún día esta situación puede cambiar?
Nada es más incierto que el futuro. Su numeróloga favorita o su lectora del tarot seguramente tiene sus números y sus cartas a la mano pero, ¿está seguro de que van a acertar?
Hoy, nuestro futuro, el de todos, está en peligro de no ser tan bueno como el del joven exitoso con el magnífico sueldo. Las predicciones para economía mundial no son precisamente buenas, como tampoco lo son los problemas bélicos de los poderosos y Medio Oriente. ¿Quien puede asegurar que su salud -y edad- le permitirá seguir corriendo el maratón de Nueva York o hacer el giro de Italia.
Lo que es totalmente seguro es que si el joven no muere, algún día será un "adulto mayor" y hasta un viejo. También es seguro que tendrá que dejar de trabajar y percibir un sueldo. Más aún, para seguir viviendo holgadamente, sería rarísimo que pueda hacerlo si no ha ahorrado e invertido desde que es joven. ¿Gozará de una pensión adecuada?
Ese es claramente el futuro en el que los jóvenes no quieren pensar. Mientras son existosos, tampoco quieren pensar en que la empresa en la que trabajan puede quebrar o fusionarse con otra o, si trabajan en el sector público, que la chamba le va a durar el tiempo que le dure al jefe que tanto admira. Cuidado con que de repente el país tenga un déficit gigantesco que debe superarse gracias al despido de burócratas.
MORALEJA: TODOS, cualquier que sea nuestra edad, nuestra salud, o nuestra posición, debemos hacer un plan de retiro o jubilación independiente de lo que se concerte al aceptar un empleo en una empresa o con un gobierno o al emprender un proyecto genial. La necesidad de un trabajo no debe estar reñida con un ahorro para jubilación AUNQUE TENGA VEINTICINCO AÑOS.
Preparo la segunda edición de mi trabajo sobre la vejez y la cosa se ha complicado desde que se publicó la primera. Hoy ya le quité el título de Transición y sólo le he dejado el subtítulo de Envejecer no es para cobardes. Hoy no sólo soy más vieja yo, sino que la situación de todos ha cambiado, excepto para el famoso 1%.
2 comentarios:
Pues yo no estoy de acuerdo con eso de que los jóvenes no pensamos en el futuro de cara a la jubilación; QUERAMOS O NO, el momento económico actual nos está obligando a hacerlo más que nunca. Y antes de esto, quizás más tenuemente, ya lo hacíamos.
Es cierto que es un asunto en el que ni siquiera reparas cuando tienes 20 y eres estudiante o estás inciándote en el mundo laboral, pero te aseguro que sí es algo que empiezas a ver a partir de los 25 y que comienzas a plantearte de verdad a partir de los 30.
Yo y mis amigos andamos por los 32 y te aseguro que lo hacemos.
Me conforta que lo digas. En verdad la situación en que te encuentras cuando eres uno de los "cronológicamente dotados",suele ser muy preocupante, sobre todo si piensas que puedes vivir muchos años más y vives sin pensión y pocos ingresos. Más aún para los jóvenes que sí piensan en ello y no pueden o no saben donde o cómo ahorrar.
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