viernes, 23 de agosto de 2013

¿DONDE ESTÁ JUÁREZ?

La historia del magisterior en México es larga pero al inicio del actual régimen parecía tomarse una importante decisión: se designaba a Emilio Chuayffet Secretario de Educación Pública. 
Esta decisión, en medio de un gabinete de perfil mexiquense tecnocrático parecía mandar una evidente señal: con el brazo fuerte del Secretario acabaría el reinado de "la maestra" y la reforma educativa tan necesaria para el desarrollo indispensable del país podría llevarse finalmente a cabo.
Muy pronto, esta esperanza se cumplió. Pero. . . la posibilidad de una reforma completa de la educación cada vez se siente más lejos. Una comentarista en la radio (Paola Rojas) decía que lo aprobado ayer -en una sede alquilada y cara- era como tener dos raquetas en un partido y ninguna pelota: la pelota había desparecido de la agenda legislativa ahora secuestrada por un amplísimo contingente de "maestros" no permitió la entrada ni al recinto legislativo ni a la tercera propuesta, la de la pelota.
Ante un caos vial, comercial, etc., aquello de que "El respeto al derecho ajeno es la paz", que nos legara el benemérito se lo pasan por el arco de triunfo.
El zócalo es nuestro como lo son las avenidas que llevan allí; el congreso es nuestro así como las estaciones del metro y las calles aledañas; la Avenida Reforma es nuestra lo mismo que el aeropuerto internacional.
Y, ¿dónde está por lo menos Chuayffet en quien confiábamos para desfacer entuertos?
El diario Reforma, en su columna diaria "Templo Mayor" señala:

QUIEN RESPONDA la siguiente pregunta tendrá un punto extra en la calificación final: ¿dónde diablos se metió Emilio Chuayffet?
RESULTA más que extraña la ausencia del secretario de Educación, precisamente ahora que la reforma educativa ha quedado sepultada.
Y NO ES por amarrar navajas, pero los diputados beltronistas afirman que por instrucciones del funcionario y de Los Pinos se decidió echar abajo -posponer, dicen ellos- el tema de las evaluaciones a los maestros.
SEGÚN lo que se decía en la SEP, Chuayffet en persona tomó en sus manos la redacción de las leyes secundarias y la respectiva negociación tanto con los partidos como con el magisterio y, se suponía, todo estaba planchado. Ya se sabe que no fue así.
POR ESO, ahora que los maestros de la CNTE tienen del pescuezo al DF y los legisladores resultaron correteados y humillados, más de uno se pregunta ¿por qué Chuayffet no da la cara?

No menos grave es la decisión del gobierno de la ciudad de actuar lo menos posible. Nadie puede estar en desacuerdo con el derecho que tiene todo ciudadano a manifestarse y estar en desacuerdo con una medida ni con el deber de la autoridad de impedir a toda costa un derramamiento de sangre pese a que se observó a algunos personajes del contingente que se dirigía al aeropuerto con bombas molotov en las manos.
Pero, ¿y el resto de los ciudadanos que no podemos transitar, perdemos nuestro vuelo, nos rompen las ventanas de nuestros comercios y restoranes y, sobre todo, los que deseamos una mejor educación para los niños y jóvenes de nuestro país? ¿Dónde está nuestro derecho?

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