Con el afan de organizarme mejor, me ha dado por adquirir bolsas con mil cierres. Cremalleras les llamábamos en casa.
Creo que la idea no es mala pero he de confesar que requiere una mentalidad más organizada que la mía -u otra edad, que es lo que no quiero admitir. Resulta que siempre estoy buscando en el compartimento que no es y buscar en dos está bien, pero en 20 es una sinrazón. ¿Cómo acordarme de dónde puse las llaves, las gafas, la cartera y así sucesivamente?
Sin tomar esto en cuenta, me acabo de comprar otra bolsa, esta de viaje, para descartar la que lleva 20 años conmigo y está para tirarse. Pues me pasó lo mismo; y eso que la nueva sólo tiene 5 cremalleras. No quiero ni contarles el circo que armé en el aeropuerto de Miami porque pensé haber perdido mi pasaporte. ¡Qué bueno que no tiré mi antigua bolsa!
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