martes, 19 de julio de 2011

ASTONISHING!


Con cara de compungido benefactor de la patria aparece Rupert Murdoch ante el parlamento británico pues se ha descubierto que el emperador va desnudo. Su hijo James no tiene ni idea de los pormenores del asunto ni que fuera ir tan lejos. Tampoco "la pelos" (¡qué envidia!) tuvo nada que ver con aquellito. Ya en su momento, cuando habían intervenido el celular de una víctima de secuestro y posterior asesinato, se había tratado de acallar el asunto y se seguía pagando una indemnización por ello.
El hecho es que lo que se inició con el tema de que se había hackeado el  teléfono del príncipe Guillermo para anunciar urbi et orbi en el el extinto diario News of the World del Imperio Murdoch que se ¡había lastimado una rodilla! 
Vaya noticia. Hoy, la rodilla del heredero, la enfermedad del hijo del ex Primer Ministro Gordon Brown, y lo que siga han producido un sin fin de reuncias, entre otras las del director del Wall Street Journal, el director de Scotlad Yard y el de la Policía Metropolitana de Londres. The Economist de la semana dedica nada menos que cinco páginas al asunto que son muchas para la revista. 
¿Quien pagó a quien? ¿Dónde están los datos? ¿Se pagaron impuestos por los pitazos? Los Murdoch no lo saben. Tampoco Rebekah Brooks, la directora del diario recién cerrado.
El asunto tiene visos de propagarse a Estados Unidos cuyas leyes sobre hackeo son muy severas.
Tenemos circo para rato.

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