Así pensándolo, me dirigí a Cristina para enviarle el saludo, el abrazo y la felicitación pero Cristina me dijo: "¿Por qué no se los das tu?"
Con su venia, hice lo propio y la corta plática fue encantadora como siempre, Cariñoso, como siempre.
Pero entrañable es la palabra que más se acerca al poeta que siempre vamos a echar de menos.
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