miércoles, 29 de enero de 2014

ENTRAÑABLE ES LA PALABRA

 
Hace algún tiempo salí al vestíbulo del Museo de Antropología donde acababan de hacerle un homenaje o darle un premio a José Emilio Pacheco. José Emilio andaba sólo por ahí y supuse que no deseaba que nadie lo molestara pues, con la modestia que siempre lo caracterizó, las felicitaciones podían abrumarle.
Así pensándolo, me dirigí a Cristina para enviarle el saludo, el abrazo y la felicitación pero Cristina me dijo: "¿Por qué no se los das tu?"
Con su venia, hice lo propio y la corta plática fue encantadora como siempre, Cariñoso, como siempre.
Pero entrañable es la palabra que más se acerca al poeta que siempre vamos a echar de menos.

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