CORRIJO

Toño Enríquez me corrije: "¡Lo que dices de "un par de bimotores añosos NO es cierto! 'La Barca de Oro' era un hermoso turbohelice Lockheed Electra L-188 TETRAMOTOR". A la Barca de Oro se le conocia así porque transportaba todo el dinero del banco central a las sucursales en provincia. Los 'bimotores añosos', a los que tan despectivamente te refieres, eran dos Douglas DC-3, que fueron construidos entre 1935 y 1945. Y estos aviones, junto con dos DC-6, un Grumman Gulfstream I, y un Aero Commander 560, eran la flota de Banxico cuando los primeros años de Cancún. La Barca y Su Hermana vinieron ya al final del sexenio de Echeverría. Y despues, cuando 'administrabamos la abundancia' ya llegaron los jets Grumman Gulfstream II y los DC-9 al Banco de Mexico. No digas nada malo del DC-9 porque te regaño peor! Es mi tercer avión favorito."

Acepto el regaño y, en efecto, en los inicios de Cancún, los recuerdos de Toño, piloto y apasionado de la aviación, son mejores que los míos. En mi descarga debo comentar que veo dónde me equivoqué: trasladé mis recuerdos de adolescente -los 50s- a la época cancuneña.

Perdón Toño, pero resulta que volé en estos aviones bastante antes de casarme pues mi padre trabajó estrechamente con Banxico en diversas funciones. Y, sí, hubo un bimotor llamado La Embarcación y un Barca de Oro de tres élices. Obviamente Toño no conoce las antiguas canciones que evocaron los nombres de estos aviones que, como bien dice, "volaron honrosamente en Banxico y nos transportaron a ti y a mi muchas veces a Cancun, Zihuatanejo, y Baja California. Y nunca chocaron ni nos lastimaron, Tere...."

Naturalmente, aquellos de los cincuenta obviamente fueron cambiados por otros y el Electra que recuerdo era un mamotreto lento y pesado que, en efecto, transportaba billetes y olía a rayos si te tocaba volar cuando aquello ocurría. Creo que se adquirió también en los 70s y siguió operando bien entrados los 80s y puede que hasta los 90s.

¡Qué tiempos aquellos, señor don Simón! Luego no me creo tan vieja pero sí han pasado muchos años desde que hice mi primer vuelo en los aviones del Banco gracias a Rodrigo Gómez. Me empiezo a preocupar por si este traslape quiere decir que me empiezo a recordar mi infancia, señal inequívoca de senectud.

Para acabarla de amolar, hay otra corrección de Antonio Enríquez Cabot: "La 'Ixchel' SI se hizo a la mar. Hacia la travesía a Isla Mujeres con cierta regularidad...siempre que Rudi (que sigue bien...lo vi hace tres semanas) dijera que no habia marejada. No estaba bien diseñada, pero nadie quería decirselo a Don Ernesto..."
Más aún, "El viaje del Ingles con Chucho se hizo entre Isla Mujeres y Cancún. No entre Cozumel y Cancun. Si lo hubieran intentado desde Cozumel en panga, tu andarias mas viuda que la del tequila."

En fin que, hechas las precisiones del caso, la historia va completándose. Gracias Toño por leerme y por hacer esta apasionada defensa de una historia que bien vale la pena contar. Espero que otros de los participantes de esa aventura nos cuenten más de lo que hace casi 40 años era sólo un paraje de arena blanca y transparentes aguas azul turquesa.