Hoy 12 de noviembre, -para mayores, día del cartero- el Secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, tuvo a bien mandar un mensaje a ciudadanos y mercados de todo el mundo, que más bien parece otro balde de agua fría en estos malhadados tiempos. Olvídense de salvar a aquellos que no pueden pagar sus hipotecas, los que supuestamente dieron pié a la crisis, ahora resulta que lo que pretende salvar es al sistema financiero en conjunto. Así, al anunciar un cambio importante al programa de rescate de la economía consistente en dls. 700 mil millones para salvar a los Freddie Mac y Fannie Mae comprando valores hipotecarios, rescatará a los bancos para aliviar las fuertes contracciones del sistema crediticio. Es como si te aprobaran un préstamo para pagar la universidad de tus hijos y el banco saliera con el domingo siente de que el préstamo es para que te compres un coche.
Hablando de coches, ¿qué de los General Motors, Chrysler etc.? Parece ser que el Presidente Electo solicitó este apoyo al presidente Bush pues, como sabemos, la quiebra de las automotrices, significa otros 3 millones más de gentes sin trabajo. El paquete, indica Paulson, no estaba destinado a ayudar a estas compañías. En efecto, pero tampoco estaba destinado a las instituciones financieras.
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