Después de la intervención del estado (republicano) en grandes empresas financieras y bancos el mes pasado, y a un día de las elecciones en Estados Unidos, las palabras liberal, de extrema izquierda o, más aún, SOCIALISTA, retumban en los oídos gringos cual malas palabras. (Pensar que aquí lo horrible es ser neoliberal.)Y, ¿qué peor que hablar de mayor regulación por parte del estado y mayores impuestos a los más ricos? ¡Obama redistribuirá la riqueza!El malfario, las siete plagas de Egipto, y lo que se acumule el resto del día, es lo que acontecerá no sólo en el vecino país del norte sino en todo el orbe, si gana las elecciones Barak Obama.
Pero lo anterior no parece haber hecho mella en las encuestas y Obama va bastante arriba aún en la muy conservadora del Wall Street Journal/NBC.
El mercado no se ha movido casi nada en los últimos días, con lo cual, no parece probable que los ricos, a quienes seguramente se va a grabar más en caso de una victoria abrumadora de los demócratas -pues también el congreso parece arrojar cuantiosas victorias de ese partido- provoquen una hecatombe.
Dicho lo anterior, John McCain y sus seguidores no se dan por vencidos y barajan los estados que pueden irse de uno u otro lado en cualquier momento. por ejemplo Pennsylvania.En fin, nada está dicho y no lo estará hasta que cante la gorda. Eso dicen.
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