En tiempos de Fox, el embajador de México en España contaba con bastante gracia que, a su llegada a España y a punto de presentar credenciales a Su Majestad, buscaba a toda costa al Presidente - Director - Dueño (u lo que sea) del Corte Inglés, Isidoro Álvarez. El señor no estaba por la labor de hablar con el Embajador de México. Debe haberse pensado que deseaba pedirle algo, tanta fue la insistencia del nuevo diplomático.
Finalmente nuestro embajador logró la entrevista y Álvarez poco tardó en preguntarle qué deseaba.
"Realmente nada", dijo el Embajador. "Lo que pasa es que lo primero que hace cualquier mexicano cuando pisa estas tierras es ir al Corte Inglés, de manera que vengo a presentarle a usted también mis credenciales y agradecerle la acogida que da a los mexicanos."
Así las cosas, The Economist de la semana pasada relata que este lugar tan querido para quienes visitamos España -me entero que es la segunda cadena de tiendas más importante del mundo después de Sears- está en serios problemas.
En virtud de que opera casi exclusivamente en España, con un mercado mucho más reducido, este inglés está enfermo. La economía española está en peor situación que el resto de Europa y no creo que los mexicanos que visiten la península hoy puedan aplicarle la dosis suficiente de medicina.
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