sábado, 2 de octubre de 2010

DAVID ALFARO SIQUEIROS

"Los tres grandes eran dos: Orozco".

Ante esa frase podríamos olvidarnos de Rivera y Siqueiros, pero las virtudes de uno y otro son evidentes.
Hoy, Los Ángeles -California, es claro- saluda al primer muralista en realizar murales al aire libre y, con ello, festeja lo que años después impulsó el movimiento artístico chicano a llenar de murales los espacios públicos -y no tan públicos- en la ciudad angelina.
La historia es la siguiente: en 1932, una viuda rica contrató un mural a Siqueiros quien se comprometió a pintar en los muros frente a la Alcaldía, lo que llamaría "La América Tropical". Como me figuro lo había explicado el muralista, la obra representaría una profusión de flores y frutas en medio de una selva rampante; vamos, al estilo Rousseau. Pero no: lo que se vió a su develación fue un hombre moreno crucificado bajo el águila del imperio.

De aquel episodio Siqueiros saldría de Estados Unidos sin poder volver por su aficiliación comunista.
Ya que nos espera el centenario de la Revolución, habría que recordar que David Alfaro ingresó como soldado al Ejército Constitucionalista a los 14 años donde llega a tener grado de capitán segundo. Desde entonces y durante la mayor parte de su vida, Siqueiros fue el gran conspirador. Donde hay bronca se une y si no la inventa. Seguramente por eso, en 1920 Venustiano Carranza, entonces Presidente de México, lo envía a Europa a estudiar pintura.
Es en la Escuela Nacional Preparatoria, donde realiza sus primeras obras murales utilizando un soplete de gasolina para lograr texturas en "Elementos" y se considera "forzado” a volver al quehacer artístico por estar convencido de la importancia de la pintura como medio para instruir y crear conciencia del dolor del pueblo, se manifiesta en contra del folklorismo comercial y el mexican curious.
La vida artística de quien llegaría a ser mentor de Pollock -o al menos de sus drippings- se centró en la experimentación y las perspectivas pero se ve siempre interrumpida por su activismo político: participaba en huelgas, organizaba sindicatos, va a Moscú como jefe de la delegación mexicana al IV Congreso de la Internacional Sindical Roja y dirige la Liga Agraria. Enpistolado y bronco, el Coronelazo participaría en la Guerra Civil española, en asalto a su casa de Coyoacán, trata de matar a Trotsky y más tarde pasaría años en la cárcel acusado de sedición.

Recién restaurado por un equipo de técnicos mexicanos y argentinos, hace unos meses también nos enteramos que se había pospuesto la presentación del espectacular mural de la quinta de Natalio Botana en Argentina que los Kirchner deseaban parte de los festejos de su bicentenario. Líos judiciales han impedido su reinauguración pero vale la pena resaltar la importancia de este mural que abarca pisos y techos para Argentina "bien de interés histórico artístico nacional". Enorme pintor: David Alfaro Siqueiros.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me acuerdo de el en una comida en casa de mi padre despotricando contra Diego y narrando como le habia mordido una oreja en un pleito entre ellos (si bien recuerdo podia haber sido en Espana durante la Guerra Civil).

Humberto Dib dijo...

Hola: Entré a tu blog por casualidad y me pareció muy bueno. No quería salir sin decírtelo.
Aprovecho para invitarte a entrar al mío que es de literatura.
Un saludo afectuoso desde Argentina.

www.humbertodib.blogspot.com