martes, 8 de enero de 2013

LOS NUEVOS TIRANOS


En la nueva edición de la revista Vanity Fair, Corby Kummer escribe sobre los nuevos esnobs que proliferan alrededor de los restaurantes famosos del mundo mundial y empieza diciendo:
"La reservación era casi imposible; la comida nos iba a costar viarios cientos de dólares; el chef es un genio culinario; pero en la era del menú que consta de 40 platos y dura aproximadamente 4 horas para diglutirla, lo que falta es el interés en lo que el cliente quiere comer."
Después de leer el artículo me doy cuenta de lo que mis hijos y nietos me habían estado criticando toda la noche: "Abuela, eres capaz de devolver hasta las hamburguesas porque están demasiado hechas, no digamos si está fría la sopa y no es precisamente gazpacho."
Con razón me ponen tan mala cara los meseros.
Esa noche llevábamos esperando 2 horas para entrar a un restorán que a ellos les encanta que se llama Momofuku. Es muy trendy, decían los muy babosos. Será de última moda pero dos horas para estar en un sitio pequeño lleno de gente que se empuja y te empuja no vale la pena. Es mejor la pizzería de enfrente.
Yo perdí la compostura. De veras estuve a punto de irme y no encaramarme en el cajón que sirve de silla. Ellos, fascinados con todo, comieron delicioso. Yo con cara de malos amigos casi lo único que comí fueron 2 callos de hacha bastante buenos pero que les aseguro los hacen mejor aquí en el Eloise, donde no te hacen esperar y la gente es amable y no te empuja.

2 comentarios:

Antebi dijo...

Que WUEBA!

Mejor unos TACOS.

SOORY por no compartrlo (no lo entederian!)

Tere Márquez dijo...

. . .y eso que no les conté lo que costaba cada callo, fileteado, eso sí y colocado al centro de un plato hondo inmenso. Pues nada menos que 12 dólares.