Ante la ausencia de Mercedes, la felicidad de mi hogar, me he encontrado ante la necesidad de limpiar, arreglar y, por descracia, acabar tirando diversas tazas y jarras desorejadas. Sus esfuerzos con la cola loca dejan mucho que desear y al ver unas jarritas que me encantaban hechas pomada decidí meterme a internet para encontrar el repuesto. Feliz, hice la compra y, o sorpresa, llegó antes de lo que esperaba. Si, pero, ¡a la aduana de Toluca!, de donde un amable joven me anuncia que debo obtener un permiso de importación, porque la Secretaría de Salud considera que, como son de porcelana, pueden contener plomo. Por más que le digo que es porcelana inglesa y no barro de Michoacán, con toda razón me dice que ese no es asunto suyo sino de la Secretaría mencionada. En fin que mañana voy a tratar que me den el dichoso permiso porque ni modo que las regrese. Creo que me hubiera salido más barato -más fácil y más placentero- ir a Londres a buscarlas que el trámite que acabo de hacer.
Eso es aquí, pero ¿sabe lo que se puede comprar en Ebay? Equipo militar ultra sofisticado. Parece ser que se robó del ejército estadounidense. Ebay no contesta y el Pentágono calla.
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