sábado, 26 de abril de 2008

JAIME AVILÉS

Es sábado y hay que leer a Jaime Avilés. Su Desfiladero en el Diario La Jornada no tiene pierde y hoy nos lo cuenta todo, a saber: que concluyó "la huelga legislativa que durante 16 días man tuvo ocupadas simbólicamente las dos cámaras del Congreso. . .", que, no obstante " . . .los daños que la ultraderecha golpista le causó al país bien pueden calificarse de desastrosos".
De la lectura que siempre me tiene absorta, me percato de que a) los cambios aprobados "a la Ley de Adquisiciones abren las puertas de Pemex a las empresas extranjeras que cuenten con tecnología que nosotros no tenemos; b) se destruyó la flamante reforma que prohibía a particulares difundir espots contra actores políticos, convirtiendo en mero espantapájaros al presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, y que c)se modificó el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal para que el PRI y el PAN obtengan ventajas tramposas en las elecciones del año entrante."
¡Cámara! El asunto es serio. Peor aún cuando me voy enterando de que "cuando el “debate” concluya. . .el PRI y el PAN, y sus aliados de Nueva Izquierda –sobre los cuales recae una vez más el bien ganado calificativo de traidores al movimiento–, aprovecharán el espectáculo de los Olímpicos para consumar la privatización de Pemex".
Para finalizar empiezo a temblar con la letra ominosa de Avilés: "no adelantemos vísperas. La resistencia civil pacífica está intacta y no ha utilizado su enorme fuerza organizada en el resto del país. A las nuevas medidas de lucha que sin duda López Obrador anunciará mañana en el Zócalo, la ultraderecha responderá con otro bombardeo mediático sobre las ruinas del PRD, al que se agregará la ya inevitable ruptura del FAP, en un clima que sólo augura desestabilización generalizada debido al vacío de poder creado por la sonrisa estulta de Juan Camilo Mouriño y a la zozobra provocada por el empleado de Los Pinos que se robó los Blackberries de los guaruras de la Casa Blanca para venderle la información que contenían a... ¿a quién creen ustedes? ¿A Osama Bin Laden o al narcotráfico?"
Como bien puede verse, los sábados hay que leer a Jaime Avilés; si no lo hacemos nos quedamos en Bavia.

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