sábado, 30 de agosto de 2008

EL ARTE DE LO POSIBLE

Esta es la definición de política que siempre me ha parecido más adecuada. El idealismo liberal de mis juventudes del que recibí tantos golpes me ha blindado a piedra y lodo. Por ello, al empezar a adentrarme en la campaña política de Estados Unidos, pensé que la más adecuada para encabezar la candidatura demócrata era Hillary Clinton. Tenía experiencia y un colmillo más que retorcido. Se las sabe todas. No importa de donde le llega el golpe: sea por la derecha o por la izquierda lo sabe esquivar y en la política llueven golpes; y no sólo desde la derecha o la izquierda.
En mi encuentro con Barak Obama retrocedo. ¿Nostalgia? Ahora leo a cuanto bloguero me merece la pena y los comentarios que suscita. El jueves pasado leía los del Washington Post anteriores al discurso del estadio de Denver y los cientos de notas contrarias al candidato a ungirse. Por su parte, el Economist de la semana pasada planteaba problemas demoledores, entre otros asuntos, una ingeniosa falta de especificidad (“ingenious lack of specificity”); una agenda que nunca se ha planteado reformas serias; alejado del estadounidense común y corriente y un pragmatismo que lo hace moverse al ritmo de la música que le tocan sin importar que sea liberal o conservadora. (Lo del pragmatismo no me parece necesariamente negativo.)
Sigo bajo el embrujo de Obama con la esperanza de recuperar mi juvenil idealismo.

jueves, 28 de agosto de 2008

QUE NUNCA SE APAGUE


SÁBADO 30 DE AGOSTO

SUSPIROS Y RECUERDOS

Hace mucho que no había escuchado discursos como los pronunciados estos dos últimos días de la Convención Demócrata del vecino país del norte; discursos que me han remitido a otros tiempos en que, jóvenes, expresábamos y sentíamos la necesidad y la esperanza de cambio aunados a la seguridad de que lo lograríamos. ¿Dónde nos quedamos? ¿Dónde están los jóvenes que renovarán esas esperanzas seguros que darán a sus hijos un futuro mejor?

EL DIÁLOGO DE LA IZQUIERDA

El el periódico Reforma del 28 de agosto.

lunes, 25 de agosto de 2008

¡QUÉ SEÑORA!

No descarto lo dicho antes sobre la clintonita pues el asunto parece grave, pero el discurso recién pronunciado por Michelle Obama tenía a todo el auditorio llorando de emoción y orgullo. Buen discurso y espléndida forma de decirlo. Además, y por si fuera poco, es guapísima y sus niñas adorables. En fin, ¿qué mas se puede desear?

APLICAN LA CLINTONITA

La estridencia de las fans de Hillary que no se resignan es imponente. Parece que son pocas frente a las multitudes que acuden al circo montado en Denver para la Convención Demócrata hacia la Presidencia de Estados Unidos; lo serán, pero de que las huestes de Hillary son gritonas, lo son y mucho.
¿Se podrá unir el partido en torno a Barak Obama? ¿Podrá superar el empate técnico que enfrenta hoy? Mañana se conocerá el discurso de Hillary y pasado el de Bill Clinton. El terrorismo que aplican es evidente.
¿Ves esa sonrisa? No le hagas confianza.

¿PERIÓDICOS O BLOGS?

Como bien sabemos, la Convención Demócrata de Denver es un gran circo y, como tal, ha instalado una Gran Carpa que alberga a 500 bloguers procedentes de todos los confines del mundo. Allí, un tanto alejados de los gritos de protesta que se escuchan a los alrededores, mis compañeros de alma ingieren burritos y cerveza mientras envían sus inserciones a la blogósfera con ayuda del WIFI. Pocos son los 500 in situ si elevamos a la n los 15,000 nuevos blogs diarios estimados en su momento por Rob McGann y es cierto que el 11% de los 1,076,203,987 usuarios de Internet leen blogs. Se apunta a 11,000 inserciones cada hora y más de 275,000 diarias y un nuevo blog cada 5.8 segundos. Con seguridad las cifras cambian de un momento a otro.
El fenómeno es impresionante. Los diarios y revistas de todo el mundo se van transformando y pueden leerse en línea: se actualizan conforme las noticias ocurren e incluyen y conducen a blogs de sus escritores y a la participación de los lectores. Además, desde la aparición de Slate en 1996, incontables publicaciones de este tipo aparecen diariamente en la red que rige nuestras vidas. Caso notorio es el de The Huffington Post diario digital de gran importancia fundado por Arianna Huffington, columnista de izquierda, en el que participan tanto blogueros como lectores, o The Atlantic Monthly, ahora en su edición diaria por internet. Aquí, Andrew Sullivan en su columna cibernética en theatlantic.com enlista alrededor de 60 de sus blogs favoritos en lo que titula BLOG LOVE.
México no es la excepción. Hace poco, Carlos Monsiváis comentó que los periódicos “quieren ser blogs, están hartos de su situación impresa y se sienten virtuales. Todos los directores de periódicos que conozco se sienten al frente de un blog y no de un diario. [. . .] el género de la crónica requiere espacios y las publicaciones no lo tienen, lo mismo ocurre con el reportaje.[. . .] Las publicaciones están en una guerra incierta con internet y televisión. Las empresas tienden a ser multimedia”.
Jeff Jarvis, que dedica su Buzzmachine.com a los medios y las noticias, y asesora a diarios como The Guardian, y el New York Times, entre otros, considera que donde aparece lo realmente interesante es en los blogs. Con lo anterior, los realmente preocupados son los directores de los periódicos pues, aún cuando gracias al internet llegan a un número cada vez mayor de lectores en su versión digital, las tendencias acusan quiebras de pronóstico reservado. En un largo y espléndido artículo, Ana Carbajosa de El País comenta que “leer estos días las noticias sobre la marcha de los periódicos en Estados Unidos se ha convertido en un ejercicio casi morboso; es lo más parecido a hojear las páginas de esquelas: cierres de diarios, despidos en masa de periodistas y desplomes de las acciones de las empresas en la Bolsa. Las últimas semanas han sido especialmente sangrientas con el anuncio de la supresión de 80 puestos de trabajo en el Chicago Tribune, 250 en Los Angeles Times y 130 en el Milwakee Journal Sentinel”.
La razón principal está en la estrepitosa pérdida de anunciantes. “El porcentaje de las empresas de publicidad que se dedican a la prensa escrita ha caído un 7,6% en la última década en el mundo. Y pronostican que los anunciantes seguirán cayendo hasta 2010, mientras que en la Red distintos estudios hablan de un crecimiento de dos dígitos. A Internet se han movido también los clasificados fundamentales para los ingresos de la prensa estadounidense, aunque no tanto para la europea. La gran cuestión es si los periódicos en papel aguantarán la caída de su publicidad.”

UN PELIGRO PARA MÉXICO

Como parvadas de pájaros malignos, de domingo a domingo delante de mi, detrás de mí y a los lados, docenas de motociclistas zigzagueantes ponen en peligro la vida de mis nietos, la de mis hijos y la mía propia, junto con la de los demás conductores que transitan las carreteras mexicanas. Seguramente ellos tampoco tienen por qué cumplir con los reglamentos de tránsito que señalan un límite a la velocidad, cambios de carril, o cualquier otra tontería como esas. Finalmente, ¿quién puede alcanzar a un bólido que transita entre 160 y 180 kms. por hora?

sábado, 23 de agosto de 2008

IMPORTANTE

Me envían esto y creo que es importante:
Por favor visita la pagina http://www.mucd.org.mx/ <http://www.mucd.org.mx/> es la página oficial de México unido contra la delincuencia, en la parte inferiorde la página principal busca la sección 'Recaudación de Firmas' e ingresa tus datos.
Necesitamos UN MILLON DE FIRMAS.
¿Podrías coperar con la tuya?

miércoles, 20 de agosto de 2008

PREOCUPADA

Sí. Estoy preocupada. Debo tener un sentido del humor un tanto retorcido porque hoy, 20 de agosto, sigo estando divertidísima con una serie de artículos que aparecen en la Revista de Verano de El País. Resulta que desde principios de agosto me llamó la atención el título de un artículo que hasta a aquellos de obscuros orígenes choca (léase con el anglicismo shoquea). ¡No es posible que en un diario tan serio se diga eso!, me dije, y dejé el periódico para otro momento, con lo cual se me olvidó. Pero al Día 1 siguieron los demás de agosto y sigo encantada con los famosos cuentos de Carlos Cay. ¡Cómo me divierten!
Recupero algunas entregas y veo hay muchos comentarios al respecto. El 2 de agosto, José Crespo comenta: "Es deprimente este tipo de artículos en El País, creo que se ha rebajado hasta el pozo, hasta el fango; que conste que soy un seguidor de este santo periódico desde hace más de diez años, pero me parece que esta cayendo en picado. Ánimo dirigentes y ordenanzas de mi querido País. Aunque seguiré leyéndolo, creo que cada vez lo terminaré antes. Amén."
José Antonio apunta "Me parece increible que un adulto, mantenido, consentido, desmemoriado, sangüijuela, parásito etc. no tenga un ápice de dignidad y se busque un "curro", digno de su categoría social e intelectual, y comience a "SER INDEPENDIENTE", vivir de su sudor que no del de sus padres. Del mismo modo me parece de un descerebramiento considerable, el que alguien dé espacio a "ejemplares humanos" de esta categoría. Ánimo chaval, llegarás lejos." (El día 2 hay 133 comentarios al artículo. ¡Qué envidia!)
Para el Día 19 los comentarios son menos pero más afines: Pol dice "menos mal que estás para abrir los ojos a los pobres ignorantes que como yo, disfrutan leyendo este... como dirías tú... este fagocitado y mundanal escrito" y El Trece escribe: "Sin duda un buen anzuelo de EL PAÍS para este verano. Sea quien sea la persona que se esconde detrás del seudónimo de Carlos Cay hay que reconocerle su -al menos para mí- buen trabajo. Me llegan esos 1900 caracteres casi a modo de recuerdo y me evocan aquellos años en los que "mis viejos" también dedicaban sus esfuerzos a no entenderme. Por supuesto que no todos hemos disfrutado de la misma adolescencia, pero desde mi experiencia reivindico la realidad que subyace en estos textos." Truchimochi, versada en la arroba, comenta: "Hola a tod@s. Reconozco que me gusta mucho el texto y me está enganchando mucho, también influido por mis días de poco trabajo. Lo importante es que entretiene y consigue que tu mente vuele de nuevo a los 18 años. Yo ahora tengo 32 pero me siento muy identificado con la etapa que describe y mis 18 años. Y eso está bien. Pienso tb que es un texto para todas las edades y que cualquiera puede (o no) disfrutar de el. De lo que creo estar casi seguro es que detrás de estos relatos hay alguien que sabe escribir muy bien. Yo diría que es una mujer........ y sus iniciales son...... L.E. (jejeje) no se, en sus novelas utiliza un lenguaje idéntico... Saludos a tod@s!!!

¿Quién es Carlos Cay? Acudo a google y las conjeturas siguen.


"Voy a desarrollar mi teoría" apunta vvela en Sin comentarios. No tengo ni idea de quién se esconde detrás del seudónimo Carlos Cay (es evidente que es un sinónimo y más que evidente que quien lo escribe no es un adolescente, sino alguien que se esfuerza por parecerlo). Así las cosas, mi teoría detectivesca es que detrás de esa identidad se esconde Juan José Millás. No lo sé de fijo, seguro que me equivoco, pero si no es Millás, mmm, quizá debería pensarse en cobrar d...

¿Título de las entregas? me cago en mis viejos.

lunes, 18 de agosto de 2008

EL CONACYT FELICITA

Con una pequeño recuadro* en el diario La Jornada, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología felicitó a Francisco Javier Quezada y Emanuel Johansen, por sus medallas de oro y plata, respectivamente, en la 7a. Olimpiada Internacional de Geografía en Cartago, Túnez.
También aplaude la medalla de plata de Eduardo Romero y de bronce de Luis Ángel Martínez en la XL Olimpiada Internacional de Química celebrada en Budapest, Hungría.
Por último, celebra la medalla de plata de Mariana Sánchez en la XIX Olimpiada Internacional de Biología de Bombay, India.
¿Dónde podrían quedar los alumnos de esos maestros que no lograron pasar el examen de admisión al magisterio? ¿Será posible que ese 68% de reprobado realmente siga reprobado?
* Cambio esquela por recuadro a sugerencia de un comentario anónimo.

sábado, 16 de agosto de 2008

THE ECONOMIST DIXIT

El Senador Obama debe reformular su campaña: hablar menos de sí mismo y más de lo que realmente importa a su país.

lunes, 11 de agosto de 2008

IMPUNIDAD

Si usted está leyendo lo que aquí escribo, obviamente tiene una computadora enfrente. Si la tiene y vive en México, con toda seguridad, a lo largo de la semana pasada recibió innumerables correos acerca del secuestro y asesinato del joven Fernando Martí. Esto, que nos llegó directamente a nosotros, fue también difundido ampliamente por los medios escritos y electrónicos del país y el extranjero.
Destaca, por supuesto, la carta que dirige Alfredo Harp a la opinión pública en que pide que nos unamos “para exigir que nuestras autoridades de los tres poderes de la Unión, de los estados y municipios trabajen decidida y coordinadamente contra la delincuencia y en favor de la seguridad de las personas, para que en el corto plazo todos los mexicanos podamos vivir tranquilos”. “México -añade el empresario y filántropo- no merece esta realidad ni que la vivan las próximas generaciones. Es urgente un cambio. La impotencia invade a la sociedad civil."
También resulta interesante constatar que el asunto importa poco o nada a los que se dicen de izquierda. ¿Será porque los casos más sonados son los de los familiares de empresarios, luego no valen merece la pena señalarlos? ¿Qué hacer? ¿Realmente nos compete a nosotros delatar -como solicitan algunas autoridades? ¿Nos vamos a convertir en la sociedad delatora de vecinos como ocurrió en cierto país vecino?
La columna de Luis González de Alba en el Milenio de hoy refleja a un intelectual furioso. Hombre de izquierda pero repudiado por el ahora llamado Frente Amplio Progresista por haber osado corregir en algún momento a su santa laica, Elena Poniatowska, González de Alba ha evolucionado donde sus antiguös compañeros de viaje no lo han hecho, cito:
"la blandenguería lacrimosa ha prosperado desde 1968: la oratoria pobrista que enseñamos los sesentayocheros arraigó con furor . . . y en esa tierra bien abonada nuestra prédica floreció.
Impusimos en 68 nuestro derecho a marchar por las calles en manifestaciones pacíficas, ahora se pueden bloquear avenidas y carreteras cada que un grupo político (o de vecinos) se enoja por algo.
Hemos gritado a los cuatro vientos que no tiene la culpa el delincuente sino el que lo hace, ¿y quién lo hace si no es el sistema social?, lloriquean. Violo y mato porque fui niño golpeado… pero muchos golpeados no violan ni matan. No es hambre la que lleva a exigir seis millones de dólares por un jovencito de 14 años cuyo padre logró levantarse, de vender uniformes deportivos a llenar el país con tiendas Martí y gimnasios. Lo mataron porque sobrevivió el único testigo, lo cual nadie sabía… salvo los más altos mandos policiacos del DF, cómplices del crimen.
Los más robados no son los ricos, como sugiere con perverso colmillo El Loco López, sino los pobres: los asaltan en el camión, en el paradero, en calles sin vigilancia porque los policías están repartiendo volantes contra la inversión de capitales (aunque nadie desea invertir donde le pueden asesinar al hijo), los mata la policía de Ebrard en la disco para pobres.
Los melindres ya alcanzan límites de risa. Nos merecemos lo que nos está ocurriendo. Lo hemos estado pidiendo a gritos. Cada que justificamos maestros que se niegan a hacer exámenes, alumnos que exigen paso automático a las escuelas, luego al empleo y por último a la jubilación; cada que aceptamos un bloqueo de calles o argumentamos que “al delincuente lo hacemos”, cavamos un poco nuestra propia tumba, la de nuestros seres queridos. Debería ser delito esa apología del crimen diseminada por sociólogos.
El gobierno federal está absorto en el combate contra la droga. Pero no es la droga, sino su prohibición lo que produce la guerra de pandillas, la corrupción de la policía y las enormes utilidades. Si aceptamos el derecho de los adultos a meterse cuanto les venga en gana, podremos dirigir esas fuerzas contra la delincuencia que invade ya todas nuestras instituciones".
No me uno a los epítetos pero sí al argumento.
Por otro lado, Silva Herzog Márquez, familiar cercano, escribe también hoy en el diario Reforma:
"El Estado ha perdido soberanía pero sigue teniendo la capacidad de uniformar a sus cuadros, de entregarles armas y credenciales. Y esos emblemas estatales sirven como disfraz del crimen.No es extraño que la consecuencia de todo eso sea la más profunda desconfianza. Los crímenes más atroces son cometidos por quienes tienen la encomienda de cuidarnos. Sería imposible explicar el desbordamiento de la delincuencia sin advertir las redes de complicidad con distintas instancias gubernamentales. Por eso nos preguntamos con angustia ¿qué hay detrás del uniforme del policía? ¿Quién conduce la patrulla? ¿De quién recibe órdenes el oficial? ¿Qué harán con la información que les entrego? ¿A quién protege el regimiento? ¿Qué propósito tienen los operativos? El impacto de la suspicacia en el orden político es mayor de lo que comúnmente se acepta. No se trata de una simple medición de respaldo o popularidad: la confianza es el cemento del orden democrático. No hablo de fe, de credulidad, de aceptación ciega. Hablo de una cuota indispensable de confianza, del necesario insumo de colaboración. La llamo cuota indispensable porque, en la edificación de la legalidad estatal, es vital la participación de la gente y la comunicación entre los particulares y el gobierno. El alejamiento ciudadano, el abandono de todo compromiso público termina reforzando la ilegalidad. El círculo no encuentra escape: el Estado que no es capaz de asentar la legalidad pero sí puede aliarse con la ilegalidad, arrasa con la confianza. Y nada favorece tanto a la ilegalidad como esa huida.En ese círculo estamos atrapados: el Estado fracasa como proveedor de orden y se rehabilita como protector del crimen. Nuestra desconfianza nos encierra en el miedo que es la derrota."
Me uno a las protestas pero ¿sirve de algo?

TRANSICIÓN

En este mundo traidor en que nada es verdad ni es mentira, si no eres uno de los 5 "best sellers" del país, a las pocas semanas de haber publicado un libro con gran esfuerzo -no sólo por el tiempo invertido en su elaboración, sino por el dedicado a la visita de las siete casas, esto es, los posibles editores interesados en publicarlo-, el volumen desaparece de las escasas librerías de la ciudad. Por ello me sorprende el interés suscitado por Transición - Envejecer no es para cobardes, que la Editorial Norma me publicó a mediados del año pasado. Con esto no quiero decir que se hayan vendido grandes cantidades de libros pues no es el caso. Lo que sucede es que de varias partes me han solicitado que lo comente -caso, por ejemplo, de la operadora de fondos de inversión Skandia, la Fundación Bringas, un grupo interesado en organizar talleres para personas en etapa previa la jubilación, el Congreso Nacional de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatria A. C. que se realizará en Tlaxcala el próximo miércoles, y una nueva presentación que se realizará en el Club de Industriales de la Ciudad de México el próximo 11 de septiembre.

El libro lo fui escribiendo a lo largo de 6 o 7 años, conforme iba notando diversos síntomas o consecuencias del paso de los años tanto en mi misma como en mis amigos. Me referí a las señales físicas de deterioro, de los temores referentes a nuestra futura salud, carencia de trabajo, y las señales ominosas de nuestra soledad por venir. A la vez, fui documentándome sobre el tema y leyendo a autores que comentan su propio acercamiento o llegada a la vejez. Saltaban a la vista siempre los números. El número de personas mayores de 65 años en el mundo, el número de personas mayores de 65 años en los países más avanzados y en los menos desarrollados, el aumento en el número de centenarios, la grave situación de los sistemas de pensiones en todo el mundo, etc. Como no podía quedarme sólo en el terror, y sintiéndme aún como avión, tenía que entrarle al espantoso tema del self help book o libro de auto-ayuda que me choca. No hay de otra: si queremos seguir sintiéndonos como avión, activos, interesados y productivos hay que seguir ciertas reglas ineludibles y a eso dedico la última parte del documento.

Si bien sigo muchos de mis propios consejos, en otros tantos me hago pato. Imposible ser perfecta, pero de que sé lo que debo hacer no tengo duda.

No obstante lo anterior, y del hecho de que he podido seguir hablando del tema durante más de un año, algo me sigue preocupando: lo que apunto no llega a quien debería de llegar, esto es, a los más jóvenes. Si hablo con las personas de la residencia, hablamos de lo mismo, ya pasamos lo que teníamos que pasar y ni no hay forma de prevenir lo que ya no se previno. Si hablo con aquellos dedicados a la geriatría seguramente se dedicarán a curar las enfermedades de aquellos bien adentrados en la vejez. Pero, ¿quién le va a decir al joven de 40 años que debe empezar a ahorrar para su jubilación pues podría superar las treinta décadas? ¿Quién le dirá que coma mejor, haga ejercicio, y se atienda en cuanto sienta algún trastorno físico?
A los mayores no nos quieren oir hasta que no es demasiado tarde.

lunes, 4 de agosto de 2008

ALEJANDRO AURA

Mi hijo me envió lo siguiente del blog de Alejandro Aura:

EL ABRIGO
Bernardo Giner de los Ríos me regaló el abrigo con el que un tío suyo
salió al exilio,
un abrigo negro de paño español, largo y pesado,
al que le debieron haber caído nieves y lluvias de los Pirineos;
decía que era demasiado grande para él,
que aquí no hacía tanto frío y que a mí, por delgado y alto,
me iba mejor.
Lo usé muchos años en inviernos improbables
y luego lo volví abrigo teatral.
La prenda se fue tornando sutil hasta que se metió
al otro lado de mi piel.
Tengo ese calor guardado para siempre;
ese siempre pequeño que es la vida.
Bernardo Giner de los Ríos llegó a la ventanilla
que atiende una señorita espigada y fragante cuyos grandes ojos
lo envolvieron, su largo cuello lo pasmó,
los sensuales hombros suyos lo atarantaron tanto
que se puso a cantar como un santo nuevo que acaba de descubrir
cómo oración y blasfemia van a dar siempre al centro del corazón
de esa montaña eterna que los antiguos llamaban Dios.
Vale decir que esa señorita es la tristeza;
luego se hizo ligero y leve.
Descanse en paz Bernardo Giner de los Ríos, cálido amigo
que me regaló un abrigo y que se murió.
Bernardo fue mi queridísimo primo y es muy probable que el abrigo del que habla Aura fuera de mi padre.

ATERRADA. . .

reviso los periódicos desde hace una semana esperando ver uno de esos monstruos que a mis nietos les fascinan. ¡Germán Martínez amenaza con guanajuatizar México!

viernes, 1 de agosto de 2008

VÍCTOR HUGO

Como a la ciencia, descubrí a Víctor Hugo en CONACYT a finales de los setenta. No sé cual de estos descubrimientos fue más importante pero, ciertamente, la amistad de ha sido más duradera en mi vida. Trabajaba entonces con Margarita Peimbert a quien seguiría al Banco Aboumrad y luego a Banca Cremi. (Me decía Antonio Crestani, hoy por fortuna de vuelta en el Helénico, que desde ahí ayudaba a la gente de teatro fungiendo como aval de los créditos que solicitaba.) Quien me iba a decir que este abogado dedicado a aspectos financieros era un hombre sensible, que escribía obras de teatro y luego abrazaría todas las luchas posibles por el bien de la malhadada cultura de nuestro país.
Lo primero que vi de la pluma de Víctor Hugo para mí fue lo mejor: en mis privilegiadas localidades, Máscara contra Cabellera me permitió bañarme con el sudor de los luchadores de aquel teatro convertido en ring en que espléndidos actores de la Universidad Veracruzana en mallas no nos permitían verlos como tales (por fortuna en La Malinche me escapé de un cubetazo de mierda -con perdón- que los mexicas arrojaban al público), y Cierren las puertas que también nos metía en medio del folklor nacional.
Desde aquel entonces hasta ahora, nuestros encuentros fueron frecuentes. Siempre había algo qué comentar, algo qué festejar, algo por qué luchar. Para esto último se pintaba sólo y era el más aguerrido. Lo sabemos todos sus amigos, su familia, como él nos llamaba. Víctor Hugo no tenía grupo aborrecido; igual asesoraba a burócratas culturales como a legisladores, actores, productores, y demás hierbas.
Imposible ver todo lo que escribía. Hace ya tiempo, muy grave y durante una de sus muchas estancias en el Hospital Inglés, Ramiro Osorio me comentaba que había escrito cinco obras de teatro, dos guiones de cine y revisado no sé qué ley. Era incansable aún en sus muchos lechos de muerte. Tenía aún mucho qué decir. Pero en la SOGEM, Luis de Tavira dijo que volvían las palabras al silencio de su morada.
¡CIERREN LAS PUERTAS!