lunes, 1 de abril de 2013

PARÉNTESIS

Leo en el diario Milenio de hoy, 1° de abril, dos artículos que nos competen a los defeños, diariamente: el de Carlos Marín acerca de los Derechos Humanos y el "explicable uso de armas letales" y el de Luis González de Alba tiitulado "Empinados".
El primero se ocupa del Protocolo de Actuación Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del DF para el Control de Multitudes que los ciudadanos de esta otrora bella ciudad ansiamos casi a diario y esperamos que se cumpla.

    Cita Marín: Cuando no sea posible disuadir la acción violenta en que incurre la multitud, se empleará de forma gradual la escala del uso de la fuerza, según lo establece la Ley que regula el Uso de la Fuerza de los Cuerpos de Seguridad Pública del Distrito Federal en su artículo 10, siendo estos:
  1. Persuasión o disasión verbal;
  2. Reducción física de movimientos;
  3. Utilización de armas incapacitantes no letales, y
  4. Utilización de armas de fuego o de fuerza letal. . .
Todo esto, por supuesto, respetando los derechos humanos.

¿De quién son los derechos humanos? Seguramente todos decimos que de todos los humanos, pero aquí pareciera que son de las turbas cuasi salvajes que nos evitan llegar al trabajo, a la escuela o al hogar; que rompen vidrios y destruyen comercios, tiran bombas molotov y apalean a policías también cuasi indefensos. ¿Uso de armas letales? Ni hablar, eso tampoco lo quiere nadie, aún cuando Marín señala que deben utilizarse, con la ley en la mano, "armas de fuego o de fuerza letal cuando corren peligro evident las vidas de policías o de civiles inermes".

¡Manifestación!, anuncian en la radio, la televisión o el periódico. Razón de más para que, los que podemos, nos quedemos en casita. A nadie en su sano juicio se le ocurre ir al Paseo de la Reforma, menos aún al centro si no hay razón de peso para hacerlo.

". . .los policías comentaron su temor a ser acusados ante Derechos Humanos si disparaban", dice González de Alba y señala que "seguimos confundiendo represión con aplicación de la ley según protocolos públicos".

Señala también algo que yo no he entendido jamás: ¿por qué no aparecen los tanques que arrojan agua a presión? Todos los hemos visto aplicados en las grandes capitales del mundo.

¿Qué tiene México de diferente para no poder usar esta arma disuasiva y no letal para dispersar una manifestación?

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