La dualidad de Xirau poeta y filósofo, catalán y mexicano, (¿serán, acaso, cuatro y un sólo Xirau verdadero?) fue ampliamente destacada el martes pasado durante la celebración -que no homenaje, pues la palabra le parece detestable- que le hiciera Bellas Artes en ocasión de sus 85 años, acompañado de sus amigos, alumnos y admiradores.
Hombre-puente, lo llamó Paz, considerando que en él confluyen dos civilizaciones y dos lenguas. Su obra, diría, "es la conjunción del entendimiento y la sensibilidad".
Con Teresa Franco, Directora de Bellas Artes, la pléyade de personalidades que acompañó a Ramón Xirau en el presídium -Juan Ramón de la Fuente, José Emilio Pacheco, Rafael Tovar y de Teresa, Federico Reyes Heroles y José María Espinasa-, se deshizo en cariñosos elogios y compartió sus recuerdos con el auditorio.
Espinasa, poeta (catalán), traductor de Xirau y editor, nos llevó con gracia a su biblioteca donde un día clasifica a Xirau entre los poetas catalanes y más tarde lo cambia para llevarlo con los filósofos. Es “un hombre libro, de ésos que habitan a la vez el universo de la amistad y el de la lectura, se vuelve un ángel benigno que nos acompaña siempre”.
José Emilio Pacheco, refundido en su asiento, lee y relee las cuartillas que lleva, corrige y escribe.
Mientras De la Fuente nos llama afortunados de celebrar a un trasterrado que llegó hace siete décadas, Pacheco sigue borra quete borra y escribe quete escribe.
Hombre-puente, lo llamó Paz, considerando que en él confluyen dos civilizaciones y dos lenguas. Su obra, diría, "es la conjunción del entendimiento y la sensibilidad".
Con Teresa Franco, Directora de Bellas Artes, la pléyade de personalidades que acompañó a Ramón Xirau en el presídium -Juan Ramón de la Fuente, José Emilio Pacheco, Rafael Tovar y de Teresa, Federico Reyes Heroles y José María Espinasa-, se deshizo en cariñosos elogios y compartió sus recuerdos con el auditorio.
Espinasa, poeta (catalán), traductor de Xirau y editor, nos llevó con gracia a su biblioteca donde un día clasifica a Xirau entre los poetas catalanes y más tarde lo cambia para llevarlo con los filósofos. Es “un hombre libro, de ésos que habitan a la vez el universo de la amistad y el de la lectura, se vuelve un ángel benigno que nos acompaña siempre”.
José Emilio Pacheco, refundido en su asiento, lee y relee las cuartillas que lleva, corrige y escribe.
Mientras De la Fuente nos llama afortunados de celebrar a un trasterrado que llegó hace siete décadas, Pacheco sigue borra quete borra y escribe quete escribe.
Federico Reyes Heroles se refiere ampliamente a la bonomía de Xirau y agradece haber leído su Introducción a la Filosofía y Rafael Tovar nos saca del encanto para recordarnos que vivimos una crisis sin precedente. Sobrio, señala que voces como la de Xirau nos recuerdan por qué vivir y en qué creer. "Xirau es uno de esos hombres faros en la oscuridad que empieza a envolver nuestra época.”
José Emilio, se acerca todavía más a lo que lleva escrito, corrige y, llegada la hora de hablar, no defrauda. Nunca defrauda: lo escrito y reescrito logra plenamente su cometido. Es una delicia oírlo y la sonrisa puede verse en todos los presentes.
Sergio Vela, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, volvió a tener uno de esos compromisos ineludibles que le son frecuentes.
P.D. La medalla de oro de Bellas Artes que recibió Ramón Xirau por sus 85 años debe pesar lo que un lingote.
José Emilio, se acerca todavía más a lo que lleva escrito, corrige y, llegada la hora de hablar, no defrauda. Nunca defrauda: lo escrito y reescrito logra plenamente su cometido. Es una delicia oírlo y la sonrisa puede verse en todos los presentes.
Sergio Vela, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, volvió a tener uno de esos compromisos ineludibles que le son frecuentes.
P.D. La medalla de oro de Bellas Artes que recibió Ramón Xirau por sus 85 años debe pesar lo que un lingote.