En la sección titulada "Trascendió" del Milenio de hoy, me encuentro con la siguiente nota:
que las emociones y sensaciones también cuentan en las políticas públicas.
La Secretaría de Salud comenzó a abrir en Guanajuato, tierra del titular de la dependencia, José Ángel Córdova Villalobos, las denominadas "clínicas para las enfermendades del alma".
En estos sui géneris establecimientos, cuya red se ampliará a todo el país, se aplicarán técnicas especiales que dan por descontado que hay padecimientos más allá de los físicos y mentales.
Pregunto, ¿serán una especie de confesionarios?
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