El lunes 20, la sección Cultural el diario Reforma publicó una entrevista con mi amigo Toño Lazcano. Conocí a Toño en el año de 83, al presentar mi libro sobre el CONACYT en la Feria del Libro. ¿Quién sería ese joven flaquito que me retaba porque la institución no había hecho nada por traducir los carísimos textos de los científicos y dispendiaba los dineros públicos en tonterías? Por supuesto caí en sus redes. No sólo eso, lo considero de la familia; es íntimo de mis hijos y padrino de mi nieto Rodrigo. En fin, creo que Toño es el personaje inolvidable de cualquiera.
Emocionada, inicié la lectura del artículo pero, pese a que, según yo, había "descubierto" la ciencia durante mis épocas de divulgadora, mis enormes lagunas y las de la entrevista no me permitían penetrar en el relato. Lo releí varias veces y me decidí por acudir a google para enterarme del meollo de Recuerda Lazcano vínculo con Miller.
Para empezar ¿quién era Miller? En la entrevista, Lazcano comenta que es un clásico que hizo historia en 1953 con el experimento "caldo promordial". ¿¿?? Nada mejor que Wikipedia pues tampoco iba a iniciar una carrera. Por si usted tampoco lo sabe, le cuento: Stanley Miller fué un científico gringo al que se le conoce sobre todo por sus estudios sobre el origen de la vida, asunto al que Lazcano se ha dedicado desde que lo conozco. Cito: Sus estudios abarcan el origen de la vida (Se consideró un pionero en el estudio de exobiología), la ocurrencia natural de hidratos clatratos, y mecanismos generales de anestesia. Fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias, y recibió una Medalla Oparin.
En la década de los 50, Miller ayudó a emplazar la síntesis abiótica de compuestos orgánicos en el contexto de la evolución. Utilizó la simulación en laboratorio de las condiciones químicas en la Tierra primigenia para demostrar que la síntesis espontánea de estos compuestos podría haber sido una etapa precoz del origen de la vida.
En la década de los 50, Miller ayudó a emplazar la síntesis abiótica de compuestos orgánicos en el contexto de la evolución. Utilizó la simulación en laboratorio de las condiciones químicas en la Tierra primigenia para demostrar que la síntesis espontánea de estos compuestos podría haber sido una etapa precoz del origen de la vida.
Pues sí, ese fue el señor Miller. Prosigo ahora con el artículo y me entero de que Toño y Jeff Bada, heredero del laboratorio de Miller, publicaron un importante artículo en la revista Science. ¿Cuál?, me pregunto. Como no lo dice, acudo nuevamente a google y me entero que fue publicado el mes de mayo pasado y se tituló Prebiotic Soup - Revisiting the Miller Experiment.
Lo imprimo y juro que lo leeré después.
Vuelvo al periódico en el que se cuenta cómo se las había arreglado para enviar a Bandam un frasquito con las sustancias originales del experimento, que le habían sido regaladas por el propio Miller hacía 10 años. Veo que Toño no está ajeno de cometer pequeños ilícitos y me encanta. ¿Qué tal si las terribles aduanas del vecino país del norte lo descubren y piensan que es algo peor que antrax? ¡Qué riesgos toma el científico! Hay que conocer a Antonio Lazcano para darse cuenta de la enormidad del asunto.
Sustancias de caldo primordial. . . ya me sentía en parque Jurásico con Michael Crichton.
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