Este jueves por la noche veo las noticias estadounidenses en la tele y me encuentro con que una mujer recién parida de Brooklyn está indignada. Aquí el problema no se trata de AIG, Maddoff o algo parecido a lo que ahí sucede. NO: se trata de una mujer furiosa porque su bebé le fue entregado a otra nueva mamá para que lo amamantara. Tan enojada está que pretende demandar al hospital.
Relato algo que a mis nietos les encanta:Recién nacido mi hijo Chucho, la enfermera del Hospital Inglés me presenta a mi nuevo bebé envueltito en su mantita azul. Como antes nos dormían, era nuestra primera visita. Encantada, destapo a la criatura y exclamo, "¡Este no es mi hijo!"
La enfermera horrorizada seguramente pensó que el delirium post partum me había atacado y estaba a punto de tener que ponerme la camisa de fuerza. Por fortuna, haciendo acopio de serenidad logró preguntarme, "¿No es usted la Sra. Matsumoto?
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