lunes, 9 de marzo de 2009

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Siento no abogar por el Día Internacional de la Mujer. Pese a haber escrito varios libros sobre mujeres, me confieso poco feminista. Me resulta chocante que hasta Simone de Beauvoir señale la importancia de la mujer en la formación de futuras generaciones y en la asignación de los papeles que desempeñan hijos e hijas, a la vez que nos define como la no esencial; ¿será posible que ella sea quien afirma –aunque fuera de broma- que los hombres no necesitan definición porque representan lo humano?
Concedidas las marginaciones y desigualdades impuestas por la sociedad (masculina), siento que al hacerlo se acepta de antemano esta marginación y que declarar el Día Internacional de la Mujer es tan incongruente como declarar el Día Internacional del Hombre.
¿Por qué no hablamos mejor de personas? ¿Por qué no señalamos los atropellos, vejaciones, violaciones, burkas, clitoridectomía, prohibición de la educación a mujeres, imposibilidad de votar, menores salarios por igual trabajo y demás lindezas, como lacras sociales que deben tratarse en foros de violación a los derechos humanos.
Sí: derechos humanos, no derechos de mujeres u hombres, niños o niñas, homosexuales o minusválidos, indígenas, afroamericanos, judíos o musulmanes, liberales o conservadores. Nuestros derechos y obligaciones son los mismos y todos somos libres de perseguirlos, hacerlos cumplir y cumplirlos.

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