Los radioescuchas de las noticias de mediodía nos quedamos estupefactos: diez Presidentes Municipales (electos por el pueblo) y otros tantos funcionarios del gobierno de Michoacán habían sido aprendidos por el ejército esa la mañana. Al gobernador -perredista- Leonardo Godoy, no se le había avisado de ante mano y no le hacía ni la más mínima gracia.
Ya tres semanas antes, la purga se había hecho en el estado de Morelos -con gobernador panista- con lo cual debimos haber tenido la mosca en la oreja.
Yo, como supongo que muchísimos más, estaba encantada.Pero el sábado, amanezco con la noticia que aquello es un "arraigo por 40 días". ¿Querrá esto decir que, después de la cuarentena -y antes de que tengan el toro por los cuernos- los van a soltar? No es que no haya sucedido antes.
Lo de Michoacán ese trata de ". . .la mágica “solución” ideada por el espuriato: privatizar Pemex para posponer el naufragio hasta el próximo sexenio (y de paso cobrar la ansiada recompensa)." reza el indispensable Desfiladero de Avilés el pasado sábado.
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